El Parlamento de Navarra aprobará el próximo jueves la reforma de la Lorafna. Un cambio en el artículo 49 que permitirá asumir íntegramente la competencia de Tráfico y Seguridad Vial, paralizada desde febrero por el Tribunal Supremo. La reforma cuenta con el apoyo del Gobierno de Navarra y del Gobierno central, así como del Consejo de Navarra, principal órgano consultivo de la Comunidad. Y con una mayoría parlamentaria amplia de la que sin embargo se ha desmarcado el PP, que amenaza con convertir el traspaso de una competencia histórica en un arma de confrontación política en Madrid.

La casualidad ha querido que la reforma se vote este jueves en el Parlamento, coincidiendo con el inicio de la campaña electoral de las elecciones europeas. Una oportunidad que el PP parece no querer desprovechar para abrir un nuevo frente con el Gobierno de Sánchez en Madrid. Esta vez con la excusa de la devolución a la Policía Foral del control de las carreteras navarras. “No vamos a ser cómplices nunca de expulsar a la Guardia Civil de Tráfico de Navarra”, argumentó ayer su portavoz, Javier García.

Los populares han comenzado ya a preparar el terreno de lo que puede ser, junto con la amnistía, un motivo de controversia política en Madrid en los próximos días. Tras la negativa del Gobierno foral a firmar un convenio que garantice un ejercicio compartido de la competencia (que la titularidad del servicio de tráfico sea de Navarra pero que la gestión siga siendo compartida con la Guardia Civil), el PP presentó ayer en el Parlamento una declaración institucional en el mismo sentido. “Damos hasta el miércoles para que el Gobierno rectifique o plantee un compromiso claro que no es un debate ideológico, sino un debate de competencias”, insistió.

La iniciativa por supuesto no salió adelante. Tanto los socios del Gobierno como UPN votaron en contra y acusaron al PP de buscar “excusas” para justificar su voto en contra el jueves, para poderlo utilizar después en beneficio de su estrategia política en Madrid. García no aclaró cuál será su voto, pero dejó claro no solo que su partido “rechaza” el traspaso de la competencia si no hay garantías de que lo ejercerá después la Guardia Civil. También advirtió de que en Madrid “votará lo mismo en Navarra”. Por lo que, si se confirma el voto en contra, será la primera vez que el Senado rechace la Lorafna. Algo indiferente desde el punto de vista legislativo porque, en cuanto es una ley orgánica, el veto del PP podrá ser corregido después por el Congreso. Pero con importantes implicaciones políticas para el futuro. Sería la primer vez que una de las cámaras legislativas se posiciona contra la Ley del Amejoramiento.

Crítica de los partidos

Esta es además una batalla política en la que el PP se siente cómodo pese a su soledad con Vox. Los populares aprovecharon ayer para marcar distancias con UPN, a quien consideran incoherente por coincidir con ellos en la gestión compartida de tráfico y votar a favor de la reforma de la Lorafna. “En los términos actuales supone la expulsión de la Guardia Civil de Tráfico. Lo sabe hasta un niño de tres años”, subrayó García.

Esta posición fue criticada por el resto de grupos, que ven una intencionalidad política clara en el PP y en su estrategia de confrontación con el Gobierno de Pedro Sánchez. “El PP está mareando la perdiz y utilizando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para hacer política”, se quejó la portavoz del PSN, Inma Jurío, que considera que los populares “nunca han estado a favor del autogobierno de Navarra”. También mostró su “preocupación” por la postura del PP Geroa Bai, que considera que solo busca “excusas” para no apoyar el traspaso de Tráfico. “Vamos tarde y cualquier conato de poner palos en la rueda nos preocupa”, argumentó Pablo Azcona.

Incluso UPN marca distancias con el PP, a quien recuerda que fue Aznar quien aprobó el traspaso de tráfico a Cataluña. “Por la misma regla de tres, podríamos decir que el PP fue el ejecutor de que la Guardia Civil de Tráfico desapareciera de Cataluña”, replicó Javier Esparza.