La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha pasado este viernes por Pamplona para participar en diferentes actos institucionales. Se ha reunido con la presidenta, María Chivite, y ha acompañado a la consejera de Vivienda, Begoña Alfaro, a un encuentro con una  treintena jóvenes migrantes atendidos por el programa Kideak del Gobierno de Navarra.

Casualidad o no, la visita se ha producido un día después de que Alfaro hiciera una crítica pública a la situación en la que se encuentra en su espacio, que a las últimas elecciones acudió separado en dos candidaturas, Sumar y Podemos. La consejera, que es además coordinadora de Podemos en Navarra, reclama un proyecto autónomo que no dependa de las “tutelas” de Madrid.

La cita ha servido para que ambas dirigentes políticas mostraran complicidad en público. Han acudido juntas al acto y han atendido a los medios de comunicación a la vez.

Se da la circunstancia de que Díaz ha mostrado claras diferencias con Podemos en los últimos meses, y que Alfaro no quiso participar en la campaña electoral de su partido para no perjudicar al espacio unitario que en Navarra representa Contigo-Zurekin. De hecho, ni siquiera ha querido revelar el voto.

Este viernes ninguna de las dos se ha querido referir a esta situación. No obstante, la hasta ahora líder de Sumar ha hecho una defensa cerrada de la gestión que Contigo-Zurekin está haciendo en el Gobierno de Navarra y, en especial, de la gestión que Alfaro está haciendo de la política de vivienda.

“No da igual quién gobierne”, ha destacado la ministra, que considera que frente “al modelo que practican la derecha y la extrema derecha” está el modelo que “combate el problema”. De esta forma, Díaz se muestra “muy orgullosa” de poder comprobar las políticas del Gobierno de Navarra, con Alfaro “a la cabeza”, que “está trabajando para acabar con uno de los problemas principales que tenemos en España que se llama vivienda”.

Respecto a la situación de su espacio político, tanto en el Estado como en Navarra, Díaz ha evitado posicionarse argumentando eso es algo que “corresponde a los partidos de la coalición”.

“No voy a contestar ya nada más y cuantas preguntas quieran formular sobre mi agenda institucional, aquí estoy para responder”, ha defendido la ministra de Trabajo, que tampoco ha querido valorar la reclamación de Antonio Maíllo, nuevo líder de IU, que pide un nuevo modelo organizativo en Sumar.