Ibarrola busca tener más presencia. Cristina Ibarrola, presidenta de UPN, dictó el viernes que el partido tiene que volver a la calle, estar donde pasan las cosas.
No es el único sitio al que quieren volver: Ibarrola busca tener más presencia y por eso el sábado hubiese querido estar en las primeras filas del monasterio de San Salvador de Leyre como presidenta de UPN, algo que pidió al Gobierno tanto para la cita de ayer como para la del próximo 29 de junio, cuando se entrega el Príncipe de Viana en Fitero.
Sin embargo, ayer no estuvo en Leyre. La petición de trato deferente choca con la actitud de Ibarrola, que hoy sigue sin dar cara a muchos de los partícipes en la moción de censura que la desalojó de la alcaldía de Pamplona el 28 de diciembre de 2023.
Ibarrola abunda en el choque personal con Chivite y al mismo tiempo "tiende la mano"
De hecho, hoy mismo la presidenta de UPN ha hecho unas declaraciones a través de un comunicado del partido en las que “se deje de excusas falsas sobre la moción de censura por la que el PSN entregó la alcaldía a EH Bildu después de afirmar que no lo iba a hacer y admita que fue una compra de votos para investir presidente a Pedro Sánchez”.
En ese mismo comunicado, Ibarrola ha señalado que “haría bien la presidenta del Gobierno de Navarra en centrarse en resolver los problemas de la ciudadanía, en lugar de continuar con un ataque personal hacia mi persona basado en excusas absurdas y falsedades. Dice muy poco de la categoría ética y personal que se le presupone a alguien que ostenta el principal cargo de Navarra”.
Y ha concluido que “si María Chivite quiere acordar o consensuar con UPN cualquier cosa que sea beneficiosa para Navarra o para los navarros, siempre va a tener la mano tendida de Cristina Ibarrola y de UPN. Pero no vamos a renunciar a hacer nuestra labor de control y exigencia al gobierno que dirige, por mucho que le moleste escuchar lo que con ella como presidenta ha empeorado de forma objetiva para la ciudadanía navarra”.
