El Gobierno de Navarra tiene claro que solo hay una vía realista para cubrir los cerca de 40 millones que costaría ayudar a las 187 comunidades de vecinos que han pedido la ayuda europea para rehabilitar la fachada de sus edificios, pero que no la recibirán porque esos fondos se han acabado. Y es con más dinero de Europa.
Concretamente, el de los fondos para rehabilitación de viviendas que tienen paradas las comunidades autónomas gobernadas por el PP, y que han sido mucho menos diligentes que Navarra o la CAV para hacer llegar este dinero al ciudadano.
Por eso, el departamento de Vivienda va a esperar a saber si finalmente el Ministerio procederá a repartir o no un dinero que está parado en otros territorios, y que está amenazado por el plazo que la Comisión Europea dio para la ejecución de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), y que está fijado en el 31 de diciembre de 2026.
Por tanto, mientras el Gobierno conoce si va a disponer de más dinero de estos fondos, las 187 comunidades –entre 2.500 y 3.000 viviendas– que solicitaron la ayuda tendrán que decidir si acometen finalmente la obra con la única ayuda del Ejecutivo foral –entre 6.000 y 7.500 euros por vivienda en el caso de las envolventes térmicas– o la posponen.
Es bastante menos ayuda que cuando todavía quedaban fondos de la UE, porque con las dos subvenciones cada vivienda podía recibir entre 15.000 y 17.000 € en municipios de más de 5.000 habitantes, y casi hasta 20.000 en pueblos de menos de 5.000 habitantes.
Más casos tramitados
Es la realidad de un episodio que ha saltado a la opinión pública esta semana, cuando la portavoz del Gobierno, Amparo López, aseguró que Navarra no compensará estos casi 40 millones en ayudas con fondos propios, que es lo que había pedido UPN. Y el jueves fue la titular de Vivienda, la vicepresidenta tercera del Gobierno, Begoña Alfaro, la que señalaba en el pleno del Parlamento el camino a recorrer.
Lo hizo en respuesta a una pregunta de Maribel García Malo (PP), a la que invitó a presionar en sus propias filas para que esos fondos parados lleguen a las comunidades que sí han sabido darle salida. “¿Sabe que puede hacer usted?”, le incitaba. “Hablar con las comunidades autónomas en las que gobierna el PP, que reconozcan de una santa vez que, por ineficacia, no van a ser capaces de asignar las ayudas, así [esas ayudas] podrán venir a quienes sí sabemos gestionar para que lleguen a las familias”.
Alfaro se refería a las ayudas de los fondos europeos MRR. Es sencillo de entender: existía una cantidad para cada territorio, y la de Navarra se ha gastado. El Gobierno diseñó un formulario propio de petición de ayudas que ha permitido agilizar mucho los trámites y llegar a más personas. El resultado es que se ha terminado antes de tiempo y algunos expedientes, 187 en total, no van a poder contar con ayuda. Y eso que Navarra consiguió ampliar un poco la cantidad que tenía inicialmente asignada –casi 60 millones– y va a terminar con casi 80 millones en ayudas europeas durante el periodo 2020-2026. Cada expediente corresponde a una comunidad de vecinos, y en números redondos, hay afectadas entre 2.500 y 3.000 viviendas. Unos 40 millones de euros en ayudas que no llegarán.
Tiene que quedar claro que no son comunidades que se van a quedar en la estacada. No tienen las obras a medias y los andamios por la fachada. Son comunidades que han adelantado el dinero del proyecto y han pedido las ayudas. Ahora lo que van a tener que decidir es si efectivamente siguen adelante sin la ayuda europea –solo con la Navarra– o si aplazan la obra a la espera de otra convocatoria, quién sabe si con dinero de otros territorios.
Para intentar cubrir también estos expedientes, Navarra va a intentar ponerse en contacto con el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana para ver si llegan aquí fondos que en otras comunidades no han sido usados. De momento, el Ministerio no ha comunicado cuánto dinero está parado. El foco está puesto en las comunidades gobernadas por el PP, con índices de ejecución bajos.
Es una jugada complicada, pero Navarra cuenta con el calendario a su favor: las obras financiadas con estos fondos tienen que estar acabadas para el 31 de diciembre de 2026. Puede que el Ministerio, si sospecha que esos fondos van a quedarse parados hasta tener que devolverlos, trate de hacerlos llegar a aquellos territorios que han pedido un extra.