La reforma fiscal planteada por el Gobierno de Navarra descarta por el momento la deflactación de la tarifa del IRPF. Una medida pensada para compensar el efecto de la inflación y que ya se aplicó en los ejercicios de 2023 y 2024. Los tipos impositivos a la renta se mantendrán por lo tanto igual el próximo año, aunque Hacienda deja la puerta abierta a una revisión retroactiva, con efectos al 1 de enero, en función de cómo avance el IPC a lo largo del año. En ese caso la diferencia se ajustaría en la declaración de la renta de 2026.
La decisión final queda en todo caso en la mesa de fiscalidad que reúne a los partidos que apoyan al Gobierno (PSN, Geroa Bai, Contigo-Zurekin y EH Bildu), que han acordado mantener abierto el debate de cara a los próximos meses. En ese ámbito se decidirá también si se aplica algúna rebaja en la fiscalidad de las rentas medidas y de los autónomos. Una demanda que ha reiterado Geroa Bai en los últimos meses pero que por ahora queda fuera de la reforma fiscal.
“Ese es el marco que nos hemos dado con los socios del Gobierno para seguir avanzando en fiscaldiad. Eso estará sobre la mesa y atendiendo a la evolución de los ingresos de 2025 y la previsión de 2026 veremos en qué medida se puede avanzar”, argumentó el consejero de Hacienda. No obstante, José Luis Arasti puso en valor el texto planteado este miércoles, que definió como “muy trabajado”. Y que viene marcado sobre todo por la devolución del IRPF a los mutualistas, que asume 150 de los 220 millones estimados que supondrán el conjunto de medidas fiscales.