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Esparza acusa a Chivite de haber “dilapidado” la herencia de los gobiernos de UPN y habla de una Navarra “devaluada”

El portavoz de UPN ha terminado su discurso diciendo que “tiende la mano” a los socialistas para hacer “políticas sensatas” y alejarse de “los radicales”

Javier Esparza (d), durante la intervención de la presidenta Chivite.Javier Bergasa

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El “ánimo renovado” de Esparza ha durado diez segundos. Apenas un latiguillo irónico al inicio de su turno, el primero tras la intervención inicial de la presidenta Chivite en el Debate sobre el Estado de la Comunidad. “Vengo con ánimo renovado. Después de todo este tiempo, reconozco que yo estaba equivocado. Hoy he visto la luz y he descubierto que estaba equivocado. Porque usted nunca se equivoca”.

Hasta ahí. A partir de entonces, el discurso de siempre, el de la devaluación de todos los servicios, sin excepción. Todo su discurso está atravesado de una idea de fondo: que Navarra fue un día “líder, que fue envidiada, que fue pionera”. Y hoy ya no. La culpa está, según Esparza, en que el Gobierno de Chivite ha “dilapidado la herencia de Gobiernos anteriores”. Y que solo de su mano volverá la “tierra envidiada”. 

A su favor juega que la velocidad de la política convierte todo en viejo en 24 horas. Ni que decir tiene lo lejos que queda ya 2015. Pero la realidad es que el último Gobierno de UPN es el de los recortes, las arcas públicas vacías y una inestabilidad política sin casi precedentes que hubo que recuperar en toda la legislatura posterior. 

Un cambio en el tono

En el haber de Esparza está no haber caído en el tono bronco de otros debates. Es un cambio significativo. La estrategia del ruido, de la confrontación frontal, ya no da más de sí. Puede que UPN ya lo haya visto. Es mucho más rentable un discurso basado en los indicadores, en la tendencia general que según Esparza va en sentido contrario a la del resto de los territorios. 

La parte más áspera, esa en la que ha acusado al Gobierno de “mentir” y de haber trasladado la imagen de que “por llegar al poder vale todo”, incluso ir de la mano de EH Bildu, formación de la que ha echado mano para reprochar las alianzas del PSN. “No es una buena carta de presentación, todo esto devalúa la marca y para cambiar esto no vale con una campaña de marketing”. 

Esparza ha dicho que las prioridades tienen que ser “salarios dignos, acceso a la vivienda, solucionar la brecha salarial, garantizar el 0-3 gratuito, implantar el inglés como modelo y el alivio fiscal”. 

Ha sido significativo que haya terminado su discurso con un ofrecimiento: el de “tender la mano” para hacer políticas sensatas. “Entre todos podemos cambiar esa imagen de Navarra. Supongo que usted no me va a hacer ni caso. “Pero va a pasar a la historia por ser la presidenta que devaluó la marca Navarra hasta límites insospechables”, ha terminado.