Sumar eleva el tono y exige al PSOE que sea más "humilde"

La inquietud aumenta en los pasillos del bloque progresista del Congreso. No es una alarma súbita, sino un murmullo persistente que, poco a poco, va tomando forma de advertencia pública. Esta semana, dos de las voces más visibles de Sumar han puesto palabras a ese malestar y han dirigido un mensaje claro al socio mayoritario del Gobierno: el PSOE debe reaccionar, y debe hacerlo ya, y para ello exigen que sea más “humilde”.

Aina Vidal, portavoz de Comuns y portavoz adjunta de Sumar en la Cámara Baja, no ocultó su “genuina preocupación” por el rumbo de la legislatura. En una entrevista con la agencia Efe, Vidal dibujó un escenario de desgaste político y desmovilización del electorado progresista que, a su juicio, se palpa en la calle. “Hay decepción en el ambiente”, advirtió, antes de reprochar a los socialistas una “falta de humildad” que considera clave para entender la situación actual. “Es vergonzoso que no tengan una actitud más humilde”, sentenció.

Para la dirigente de Comuns, el Ejecutivo de Sánchez necesita “aire nuevo” y una “revitalización” urgente. Señaló directamente a algunos ministros, a los que acusó de estar más pendientes de su futuro electoral que de sus responsabilidades de gobierno. “Es insostenible seguir así”, afirmó, reclamando cambios y un “debate sincero” dentro de la coalición.

El diagnóstico se agrava, según Vidal, por los casos de corrupción y de acoso sexual que han salpicado a dirigentes socialistas. Aunque reconoció que el machismo es un problema estructural que atraviesa a toda la sociedad, exigió al PSOE que “tome cartas en el asunto” para recuperar una credibilidad que considera erosionada. En el ámbito de la corrupción, alertó de que la sucesión de escándalos ha generado tal confusión que la ciudadanía ya no distingue entre lawfare y delitos reales. “A la izquierda le falta un revulsivo y un poco de sacudida”, insistió.

Pese a la dureza del mensaje, Vidal defendió la continuidad del Gobierno de coalición y su reedición en una próxima legislatura. “Ya sabemos qué pasa cuando gobierna la derecha”, afirmó, con un discurso especialmente crítico hacia PP y Vox, a los que acusó de promover un darwinismo social y de estar impulsados únicamente por intereses económicos. También alertó del avance de una ultraderecha “desbocada” que está captando a una parte de la población “desubicada, desengañada y triste”. En ese contexto, consideró necesario que el Ejecutivo español presente los Presupuestos Generales del Estado, incluso si su aprobación parece improbable. No solo por mandato constitucional, dijo, sino para proyectar el modelo de país que defiende el Gobierno. Vidal también dedicó elogios a la “responsabilidad y generosidad” de Sumar en Extremadura, por renunciar a concurrir a las elecciones autonómicas, y reivindicó el modelo de unidad y diálogo de la izquierda catalana como “ejemplo a seguir”.

Las advertencias no quedaron ahí. También ayer, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, reforzó el mensaje en una entrevista en El País. Calificó de “absolutamente urgente” la reacción del PSOE y puso el foco en una prioridad concreta: la protección de los inquilinos. Bustinduy recordó el ultimátum de Sumar para que la acción del Gobierno se traduzca “ya” en mejoras tangibles para la vida de la gente trabajadora.

Preguntado por la capacidad del Ejecutivo para aguantar tras un final de año marcado por escándalos, el ministro fue más allá del calendario político. “La pregunta no es si aguanta, sino para qué”, afirmó, reconociendo una crisis de confianza entre el electorado progresista. La salida, sostuvo, pasa por una “reacción en profundidad” basada en la agenda social. “La corrupción es absolutamente intolerable, una vergüenza”, dijo Bustinduy, reclamando responsabilidades “caiga quien caiga”. También calificó de insuficiente la respuesta del PSOE a las denuncias de acoso sexual.