eeuu - Un hombre de Wisconsin, llamado Doug Bergeson, ha sobrevivido para contar la historia de cómo un día estaba usando una pistola de clavos y accidentalmente se disparó en el corazón. Tras el suceso, se limpió la sangre y se montó en el coche para conducir él mismo unos 12 kilómetros hasta urgencias. Con una velocidad parecida a una bala, un clavo de unos 8 centímetros de largo se clavó cerca de su corazón.
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