reino unido - Una veterinaria fue despedida tras descubrirse que envenenó en repetidas ocasiones a su perro "para llamar la atención", según alegó ella misma. Georgina Bretman, de Giffnock, Reino Unido, inyectó a su cocker spaniel insulina para provocarle convulsiones. El daño fue tan severo que existió el riesgo de que el perro de tan solo dos años acabara en coma o muriera. Bretman fue condenada por causar sufrimiento innecesario al animal, después de ser juzgada en el Tribunal de Glasgow.