Almería quizá sea esa discreta provincia andaluza que, mientras otras se llevan la fama y son destinos de verano muy reconocidos hacia los que los turistas corren en vacaciones, en un aparente segundo plano recibe a una legión de visitantes incondicionales dispuestos a relajarse y disfrutar de sus paisajes y, en especial, de sus playas.

Su 100 kilómetros de costa frente al mar Mediterráneo acogen playas en las que la soledad es casi ley y calas escondidas en las que las olas y el agua llegan cristalinas a los pies de los visitantes. Además, el entorno del Parque Natural del Cabo de Gata es un plus para quienes buscan un entorno natural diferente a los grandes paisajes de playa o montaña clásica.

De entres las múltiples posibilidades que Almería ofrece para entrar en el mar, estas son cuatro muy recomendables.

Cala Rajá

Esta cala del Parque Natural Cabo de Gata es una de las más alejadas de un núcleo urbano de esta provincia, a mitad de camino entre el barrio de San Miguel de Cabo de Gata y San José. Sus 120 metros de longitud se alarga en unos acantilados que la resguardan del viento, en especial del levante, por lo que es un agradable lugar donde tumbarse sobre la toalla.

El arrecife Dedo de Dios se levanta sobre el agua en la cala Rajá. cabogataalmeria.com

Aunque lo más probable lo primero que harán los visitantes será darse un baño tras el paseo que hay desde el parking donde hay que dejar el coche. Esto hace difícil el equilibrio entre llevar poco peso y la necesidad de acudir con vituallas suficientes para el día ya que no hay ningún punto donde adquirirlos. La entada al agua es suave, sin escalones, por lo que la comodidad de los bañistas está garantizada.

La cala se ubica entre la zona de especial protección marina de la Punta de Cabata y el Cerro del Vela Blanca, zona de especial protección terrestre. Por ello es un paraíso para los aficionados a la botánica, que disfrutarán de la flora típica de Cabo de Gata. Además, desde la playa se puede distinguir entre los arrecifes el más famoso de la zona, el Arrecife del Dedo, llamado también el Dedo de Dios.

Cala del Plomo

Para aquellos que les guste el naturismo, esta la de Plomo es la playa más indicada, aunque sea compartida con quienes mantengan el bañados puesto. Son 200 metros lineales en los que se pasa de una zona de piedrillas pequeñas a otro de arena finas en una suave bajada hacia el agua y ya dentro de ella. Este último detalle la hace indicada para ir con niños que tendrán muchos metros de hacer pie en los que poder jugar. Unas dunas móviles cierran los dos extremos, y la del lado norte la separa de la popular cala de Enmedio.

Las cristalinas aguas del Mediterráneo bañan la orilla de cala del Plomo. cabogataalmeria.com

Como en muchos otras zonas de baños de Almería, la calidad del agua es muy alta, por lo que no es difícil poder observar multitud de peces y otros ejemplos de fauna marina. Con un poco de cuidado, la práctica del buceo con tubo respirador ocupará largos ratos.

Playa de los Muertos

Quizá la imagen les suene, les resulte conocida aunque no conozcan el nombre. La playa de los Muertos, a pesar de su un tanto desasosegante y poco amistoso nombre, suele ser una de las fijas cuando las autoridades turísticas hace campaña para convencer aun más a los visitantes de las bondades de esta tierra. No hay nada más atractivo que un arenal de un kilómetro y pico de apariencia virgen bañado con agua azul cristal.

La soledad es una de las cualidades de la playa de los Muertos. cabogataalmeria.com

Pero esta belleza tiene un precio ya que su acceso, entre Agua Amarga y Carboneras, es complicado para niños y personas con problemas de movilidad. El coche hay que dejarlo en un camping de pago y bajar por una de las varias sendas que llevan hasta la playa por una bajada pronunciada. Para los que no quieran ni conducir ni caminar más de la cuenta, distintos servicios de barco-bus desde Carboneras llevan a los turistas hasta este destino.

El nombre le fue impuesto por ser un lugar al que las fuertes corrientes acababan llevando los cuerpos de los ahogados en el mar. También recuerda que cuando sopla levante, ir más allá del profundo y repentino escalón que se encuentra cerca de la orilla puede dar problemas a los bañistas más despistados.

Playa de los Genoveses

La Playa de los Genoveses es la segunda más extensa del Cabo de Gata, de poco más de un kilómetro, y ocupa toda la bahía, desde la cala de los Amarillos en el norte hasta el morrón de los Genoveses al sur. Está considerada como la más bonita de las que se pueden encontrarse en el parque del cabo de Gata. Su arena fina y amarilla alejada de construcciones y carreteras le dan una aire de espacio virgen bastante justificado.

La larga playa de los Genoveses recorre toda la bahía. cabogataalmeria.com

Aunque existe un camino de tierra accesible para vehículos que llega hasta la misma playa, en verano está vetado al coches particulares. Desde el pueblo de San José hay autobuses que acercan a los bañistas. Eso sí, para aquellos a los que les guste el paisaje singular y caminar, pueden hacer a pie el escaso kilómetro que separa el pueblo de la playa.

Como playa familiar que es, la suave entrada hacia el agua la hace muy apta para niños, siempre y cuando no sople, una vez más, el viento de levante, que no solo la hace incómoda por estar abierta hacia el este, sino que además activar peligrosas corrientes con resaca.