Navarra no solo destaca por su riqueza paisajística, también lo hace por su gastronomía, que brilla con luz propia. Y no solo eso, Navarra es tierra vinícola de prestigio, que cuenta con la Denominación de Origen Navarra, que abarca una amplia variedad de vinos: tintos, blancos y rosados. Una exquisitez de la que se puede disfrutar en la Ruta Del Vino de Navarra, "una experiencia cultural y gastronómica inigualable, por sus exquisitos vinos y por las espectaculares bodegas donde se elaboran, situadas en entornos naturales clave de nuestra orografía, rodeadas de cultura, historia y buen hacer", explican desde Ruta del Vino de Navarra.
El clima variado, con influencias atlánticas y mediterráneas, permite la producción de vinos de gran calidad. Los viñedos de Navarra se extienden desde la Ribera, de clima más cálido y seco, hasta zonas más frescas en el norte, lo que permite el cultivo de diferentes variedades de uva. El enoturismo está en auge, con numerosas bodegas ofreciendo visitas y catas que permiten descubrir la riqueza vinícola de la región.
Las 14 mejores bodegas "para visitar (y saborear)" en Navarra que propone National Geographic
"Un entorno único y una arquitectura asombrosa complementan la experiencia enoturística en el Reyno", así es como desde la prestigiosa revista National Geograpic hacen referencia al hecho de visitar las 14 bodega navas que proponen.
Pago de Cirsus
Las viñas alfombran la loma hasta Pago de Cirsus. "Las barricas adornan las comidas en su fantástico restaurante y en las botellas se esconde el secreto de todo: unos vinos limpios, modernos y honestos. Lo mejor de todo es que se pueden disfrutar paseando entre cepas, degustando sus diferentes menús o catando tras una visita a la bodega", comenta el director de Viajes National Geographic, Javier Zori del Amo en la publicación.
Marqués de Montecierzo
El encanto reside en "un edificio ajado lleno de recuerdos y en un propietario que le pone las mismas ganas al vino que a las visitas. El resultado, uno de los mejores rosados del mundo y más de 15.000 visitantes al año, dos éxitos sin más secretos que el de la honestidad y el de las ganas de contar todas las peripecias entre viñas y barricas que le han llevado hasta aquí, relatan.
Pagos de Aráiz
"Una gran nave y un caserón navarro. En su interior, de repente, el arte se abre paso de muchas formas. La primera, en el logo y etiqueta de los vinos que se ofrecen en la cata. La segunda, en las 'apariciones' de obras que parecen vivir entre las diferentes salas de fermentación, como las impresionantes estatuas románicas que acompañan el pasillo principal. Y la tercera, en el interior de la mansión historicista donde se organizan los brindis más premium entre cuadros de Barceló y artesonados mudéjar", describen desde National Geographic.
Bodegas Ochoa
"Es, sin ninguna duda, la mejor visita vitivinícola que se puede hacer en Olite", así es como desde la publicación hablan de Bodegas Ochoa. "Su sala de catas es más bien un templo en el que, rodeados de botellas, los sorbos saben a buen hacer", añaden.
Pago de Larranizar
"La visita a esta bodega permite traspasar los muros de esta antigua institución religiosa y sí, los viñedos tienen en su campanario un horizonte muy fotogénico, pero aún hay más. Sin ir más lejos, el curioso jardín vitícola que adorna el exterior y que muestras las diferentes formas de conducir el viñedo ya es toda una declaración de intenciones. Después espera el paseo, completo y agradable, por el pago anexo. Y de repente, cuando nadie se lo espera, el cultivo se espesa y aparece un pequeño bosquecillo que oculta un jardín francés que, entre el descuido, los años y la hojarasca, parece más bien un parque inglés en el corazón de navarra.", describe de manera Javier Zori del Amo.
Aroa Bodegas
"Un edificio futurista que parece haber aterrizado por error en medio del monte. Sin embargo, Aroa Bodegas es todo lo contrario a un Guggenheim con barricas. De hecho, su arquitectura está muy vinculada al terruño ya que sus materiales se degradan con el paso del tiempo y su orientación está inspirada en los viejos guardaviñas. Dentro espera toda una señora introducción a los vinos naturales, con experimentos sin sulfitos que son toda una sorpresa y otras referencias en las que la viña se ha condensado sin artificios ni aditivos", describen en la publicación.
Bodega Otazu
"Decir que la sala de barricas de Otazu es la más bonita del mundo no es una hipérbole barata", se comienza diciendo en referencia a la Bodega Otazu. "Una finca por la que pasa el camino de Santiago, crecen variedades de todo tipo y aparecen edificios inesperados como la pequeña ermita de San Esteban o el palaciego señorío de Otazu. Hallazgos que se alternan con una de las colecciones de arte contemporáneo más impresionantes de nuestro país y que proponen diálogos inesperados con el universo vinícola", añaden.
Unsi Wines
Sobre Unsi Wines se comenta lo siguiente: "El Vineyard Explorer es un todoterreno; un todoterreno con el que adentrarse por el paisaje del viejo viñedo de garnacha de la baja montaña navarra, mucho de él abandonado y ahora vuelto a recuperar por este proyecto. Sed de explorador es el nombre de la experiencia en la que también se visita la microbodega y se catan sus vinos".
Señorío de Arínzano
"Unos vinos que nacen del paisaje salvaje y vivo de un antiguo valle glaciar en los alrededores de la sierra de Urbasa, atravesado por el río Ega y por el viento Cierzo. Las energías combinadas de estos elementos naturales, piedra, tierra, aire y agua, son las artífices de lo que encontramos en las botellas, pero también de una experiencia en la que la poesía, la emoción y la trascendencia están presentes en todo momento", se relata en la publicación.
Marco Real
"A esta experiencia de Bodegas Marco Real hay que echarle narices... más que nada porque es la parte del cuerpo que se necesita en su Sala de los Aromas, un espacio que alberga 46 aromas diferentes que nos enfrentan con los olores que se pueden encontrar en un vino", así es como desde National Geographic hacen referencia a Marco Real.
Malón de Echaide
Otra de las propuestas de la revista de viajes es Malón de Echaide. Una bodega con unas viñas que "pueden recorrerse montados en buggies y acompañados por un técnico que nos interpreta y explica el paisaje para comprender cómo influye en el cultivo de la vid".
Bodegas Irache
"En el Camino de Santiago hay una fuente que da vino. Esa fuente está aquí, en esta bodega centenaria levantada junto a este camino de peregrinación, que guarda más curiosidades, como su Museo del Vino, uno de los más completos del mundo, ubicado en el edificio histórico. Las viñas junto al propio monasterio de Irache ponen el toque idílico que falta", se comenta sobre Bodegas Irache.
Reyna de Copas
La última de las elegidas por National Geographic es Reyna de Copas. "En esta enoteca de Olite no solo se hace catas y degustaciones, sino que, copa en mano, proponen un coupage entre arte, historia y vino por esta villa medieval de calles empedradas, casonas solariegas, arcadas góticas, iglesias y palacios, donde el viñedo siempre ha formado parte del paisaje", describen.