El pueblo "más bonito al que viajar este septiembre" está en Navarra. Pero en la Comunidad Foral hay mucho más. Porque, tal y como indican desde la prestigiosa revista de viajes National Geographic, "Navarra no solo tiene uno de los pueblos más bonitos a los que dedicarle una escapada. También tiene zonas naturales que merecen un pequeño peregrinaje, un desvío o incluso una ruta que pase por lugares donde brujas y franceses hicieron historia. Esta última es, en parte, protagonista de un sendero que llega a una de las cascadas más mágicas de toda Navarra, un salto de agua rodeado de robles, hayas, puentes y restos etnográficos de la actividad molinera en la zona. En definitiva, una ruta única con todo los componentes para una excursión inolvidable".
La cascada más mágica de Navarra se oculta en "un corredor ecológico de gran valor"
Una de las publicaciones más recientes de National Geographic tiene el siguiente título: 'La cascada más mágica de Navarra se oculta en "un corredor ecológico de gran valor" entre ruinas centenarias'. Un texto elaborado por la periodista especializada en viajes y gastronomía, Mari Carmen Duarte, en el que se habla de "una excursión circular de menos de 10km entre hayas y robles desvela un salto de agua rodeado de patrimonio etnográfico y naturaleza exuberante".
"Directo de Pamplona a San Sebastián. Así fue como tituló la prensa de la época la noticia de la inauguración en 1914 de la vía férrea que conectaba la ciudad navarra con la vasca. Sin embargo, las salvajes inundaciones del 1953 obligaron a cerrar el trayecto de 85 km que más tarde se rehabilitaría como una vía verde de gran encanto, repleta de túneles, puentes y estaciones que atraviesan bosques y pueblos y acompañan ríos y otras maravillas en los 77 km totalmente acondicionados. Según el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Parque Natural de Urbasa y Andia, esta vía verde “actúa como un corredor ecológico de gran valor", relatan desde National Geographic.
Pero su relato no se queda ahí. "La Vía Verde del Plazaola, que une dos territorios históricos, ha implicado la adecuación y protección de las riberas de los cursos fluviales que acompaña, contribuyendo a la mejora de la calidad paisajística y favoreciendo la biodiversidad. Esta coincide una parte del recorrido de la ruta de los tres puentes, circular y de 9,3 km, que discurre junto al río Larraun. Recuperada recientemente gracias al trabajo del concejo de Mugiro y el proyecto Iturraskarri, esta senda es más interesante después de las lluvias, pues las cascadas vienen con más agua y el bosque luce en todo su esplendor. Nada más salir de la localidad de Mugiro, el caminante no tiene más que descender hasta la ribera del río aprovechando la Vía Verde del Plazaola para luego incorporarse, al otro lado del río, a la ruta Hiruzubide o de los tres puentes. Partiendo del pueblo de Lekunberri, el recorrido lleva en sus primeros pasos a la presa de Mugiro y atraviesa el pequeño túnel bajo el monte Irui. Junto al camino se encuentra un parque etnográfico en el que se muestran antiguas piedras de moler que constituyen un testimonio mudo de la principal actividad del valle hace siglos", detalla Mari Carmen Duarte.
"Tras esto, el sonido del agua brotará cada vez más fuerte en los oídos hasta llegar a ella y a su bonito paraje, donde se conservan las ruinas centenarias del antiguo molino del mismo nombre: Ixkier. El paisaje que rodea la cascada está, sin duda alguna, supeditado a la belleza y la frondosidad que aporta el río Larraun. Tras visitar el salto de agua, el paseo Hizubide se separa de la vía verde y dibuja tres puentes que lo conectan con esta - Intzoa, Zubidenea y Beltzuntze -, en un recorrido mágico entre hayas, abetos, robles y avellanos", concluye relatando la experta.