El metabolismo es, tal y como así lo describen desde KidsHealth, el conjunto de reacciones químicas que tienen lugar en las células del cuerpo para convertir los alimentos en energía. "Nuestro cuerpo necesita esta energía para todo lo que hacemos, desde movernos hasta pensar o crecer", argumentan desde esta entidad.

Un metabolismo más rápido quema más calorías, facilitando la pérdida de peso

Según explican los expertos, hay unas proteínas específicas en el cuerpo que controlan las reacciones químicas del metabolismo. Miles de reacciones metabólicas ocurren al mismo tiempo, todas ellas reguladas por el cuerpo, para que nuestras células se mantengan sanas y funcionen bien.

Después de ingerir alimentos, el sistema digestivo utiliza enzimas para degradar las proteínas en aminoácidos, convertir las grasas en ácidos grasos y transformar los hidratos de carbono en azúcares simples. Asimismo, el cuerpo puede utilizar el azúcar, los aminoácidos y los ácidos grasos como fuentes de energía cuando lo necesita. Estos compuestos son absorbidos por la sangre, que los transporta a las células.

En definitiva, el metabolismo es el proceso por el cual el cuerpo convierte alimentos en energía. Un metabolismo más rápido quema más calorías, facilitando la pérdida de peso.

El truco para acelerar el metabolismo y adelgazar según la Universidad de Harvard

Según varios estudios liderados por Chih-Hao Lee, médico y profesor de la Universidad de Harvard, mantener una buena calidad del sueño ayuda a acelerar el metabolismo y, como consecuencia de ello, a adelgazar.

Y es que, tal y como apuntan los especialistas, la falta de sueño puede alterar la producción de hormonas como la insulina y la leptina, fundamentales para el metabolismo de los carbohidratos y la regulación del apetito. En esa misma línea, Charlene Gamaldo, directora médica de la Universidad Johns Hopkins, afirma que "el sueño es un momento de recuperación para el cuerpo, y una de las funciones más relevantes del sueño es el equilibrio del metabolismo".

Por su parte, el doctor Matthew Walker, profesor de neurociencia y psicología en la Universidad de Berkeley, señala que la falta de sueño incrementa los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede ralentizar el metabolismo y promover la acumulación de grasa abdominal.