Cuando envejecemos el cuerpo y la mente requieren mayores cuidados, y uno de los aspectos más determinantes para conservar la salud cognitiva es la alimentación.

Una dieta rica en nutrientes específicos puede ayudar a mantener la función cerebral y, en algunos casos, ralentizar el avance de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

El cerebro, como cualquier otro órgano, necesita energía y nutrientes para funcionar correctamente.

Las grasas saludables, los antioxidantes, las vitaminas y los minerales desempeñan un papel fundamental en la protección de las neuronas y en la reducción de la inflamación y el estrés oxidativo, dos factores clave en el deterioro cognitivo.

Aguacates

El aguacate es una fuente excelente de grasas monoinsaturadas, que promueven el flujo sanguíneo saludable y reducen la presión arterial, dos elementos esenciales para un cerebro en buen estado.

Además, contienen vitamina E, un antioxidante que ayuda a proteger las células del cerebro del daño oxidativo.

Arándanos

Los arándanos están entre los alimentos más recomendados para la salud cognitiva.

Ricos en antioxidantes, especialmente flavonoides, se ha demostrado que mejoran la memoria y retrasan el envejecimiento cerebral. También ayudan a reducir la inflamación, uno de los factores que contribuyen al desarrollo del alzhéimer.

Brócoli

Este vegetal crucífero es una fuente rica de vitamina K, necesaria para la formación de esfingolípidos, un tipo de grasa esencial para las células cerebrales. El brócoli también contiene compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que apoyan la salud del sistema nervioso.

Plato de brócoli y zanahoria. Kamran Aydinov

Calabaza

La calabaza es rica en betacarotenos y vitamina C, nutrientes antioxidantes que ayudan a combatir el daño de los radicales libres en el cerebro.

También aporta vitaminas del grupo B, que están implicadas en la producción de neurotransmisores esenciales para la memoria y la concentración.

Huevos

Los huevos son una fuente importante de colina, un nutriente esencial para la producción de acetilcolina, un neurotransmisor clave en la memoria.

Las deficiencias de colina se han relacionado con trastornos cognitivos, y su aporte adecuado puede ser útil para preservar la función cerebral.

Huevo en la sartén Closeup of cooked fried egg on the pan

Pescado graso

El salmón, la caballa y las sardinas son ricos en ácidos grasos omega-3, especialmente el DHA, fundamental para el funcionamiento de las neuronas.

El consumo regular de pescado graso se ha asociado con una menor tasa de deterioro cognitivo y una reducción del riesgo de padecer alzhéimer.

Mejora la calidad de vida

Una alimentación equilibrada, rica en nutrientes específicos, es una herramienta poderosa para cuidar la salud del cerebro en la vejez.

Incluir en la dieta diaria alimentos como aguacates, arándanos, brócoli, calabaza, huevos y pescados grasos puede no solo mejorar la calidad de vida de las personas mayores, sino también contribuir significativamente a la prevención del deterioro cognitivo y el alzhéimer.