Según señalan desde desde la Fundación Española del Corazón, lo ideal es consumir entre 3-4 raciones de pescado a la semana, tomando como referencia que una ración es de 125-150 gramos.
Los pescados aportan entre un 18-20% de proteínas de alto valor biológico, son buena fuente de vitaminas del grupo B, especialmente B1 y B2, son ricos en yodo, fósforo, potasio, magnesio y calcio, contienen escaso tejido conjuntivo, lo que le confiere mayor digestibilidad, presentan bajo aporte de ácidos grasos saturados y omega 6, y alto aporte de ácidos grasos insaturados y su contenido en grasa es muy variable, entre un 1 y 13%.
Desde la Asociación Española de Pediatría indican que el pescado es un alimento muy nutritivo que es conveniente incluir en la dieta de los niños, varios días a la semana. "Son alimentos muy nutritivos, siendo una fuente importante de: proteínas de alto valor biológico, vitaminas (A y D, sobre todo) y minerales (calcio, yodo y selenio). Además, sobre todo los pescados azules, contienen una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, que son beneficiosos para: el desarrollo del sistema nervioso del niño, la prevención de enfermedades cardiovasculares y las defensas inmunitarias", añaden.
Los pescados que no debes dar a tus hijos, según un pescadero
"Si les das estos pescados a tus hijos, ¡error! No todos los pescados son seguros", comienza diciendo el pescadero de 'Pescados Saturnino', establecimiento que cuenta con más de 8.400 seguidores en Instagram.
"Atún rojo: aunque es muy popular en casa, tiene altos niveles de mercurio y no es muy recomendable para los niños. Pez espada: está en muchas dietas pero no es recomendado para los niños, ya que puede tener metales pesados. Lubinas grandes o mero: cuanto más grandes son los pescados, más mercurio pueden contener. Para los niños mejor las versiones pequeñas. Alternativas seguras: gallo, merluza y salmón. Fáciles de comer y saludables", explica de manera detallada el experto.