Los Sanfermines están a la vuelta de la esquina y la gente se está preparando. Se han hecho de rogar y eso los hace especiales, por eso los preparativos de este año tienen que serlo también. La demanda de prendas personalizadas ha sido más alta de lo habitual y las tiendas especializadas van ya a contrarreloj. Lo más solicitado son siempre los pañuelos personalizados. En el caso de los niños triunfan sobre todo los bordados con sus nombres. 

En el estudio textil Texartu las máquinas de bordado trabajan sin parar. Más de 25 años diseñando, confeccionando, bordando y comercializando artículos textiles dentro de la indumentaria tradicional y la personalización de prendas. Desde el año 2000, cuenta con dos talleres con salas de venta en el casco antiguo de Pamplona. Alfonso Otal, su propietario, explica que lo que los caracteriza es lo que el denomina “ textiles de cercanía”. Para ellos los dos años de pandemia han sido duros. “Sin armonía en la calle estamos realmente huérfanos. El 80% de nuestra actividad está relacionada con las festividades de calle”. Llegaron incluso a plantearse el cierre, por eso agradece la vuelta de las fiestas aunque admite que el nivel de trabajo está siendo alto: “Ha sido pasar de 0 a 100 en muy poco tiempo. Llevamos desde abril trabajando sin parar”. Y espera “que dure”. Realizan bordados en blusas, fajas, polos… pero lo más solicitado son siempre los pañuelos. Comparado con los últimos diez años, la demanda este año ha aumentado. Cree que el éxito de los pañuelos bordados se debe a que “la propia prenda ya forma parte de nuestra cultura y si además la personalizas de alguna manera, queda un regalo muy cercano, muy de aquí”. 

Pañuelos y txapela personalizados por el estudio textil Texartu. Unai Beroiz

Explica que las peñas suelen ser las que más se adelantan, empezaron con los encargos en abril. “Lo suelen hacer con más antelación, porque al final se juegan mucho. Y menos mal”, confiesa. “Lo piden ahora y nos hunden, sus pedidos no suelen bajar de 500 bordados”. Pero existe también la gente de última hora, “el público en general que abre el cajón y dice, ¡Hostia, que me falta esto!, y corren a la tienda. Es como todo, siempre hay gente previsora y gente que se presentaría aquí el día 6”. Como en Texartu sí son previsores, bajan las persianas del taller durante las fiestas. Una peculiaridad que han notado, ha sido la cantidad de encargos de pañuelos infantiles personalizados. “Al no haber habido Sanfermines durante dos años, hay muchos niños que todavía no tienen pañuelo. Lo que más se suele pedir es el bordado del nombre”.

Bordados de ayer y hoy

Esto es algo que también destacan en Bordados de ayer y hoy, en la Plaza de la Cruz. Una tienda especializada en labores como bordado a mano, patchwork y costura. Rafael Fontaneda confirma que “los niños que habían nacido en 2020 y 2021 no tenían pañuelo, y había que hacérselo”. También cree que la ilusión ha influido: “La gente se viene arriba e invita amigos, y los invitados también tienen que tener su pañuelico personalizado”. En cuanto a los diseños, “el Caravinagre gusta mucho a los niños, pero también los gigantes. Cada uno tiene su preferido. La figura de San Fermín siempre causa pasión… hay muchas opciones. El pañuelo es lo más característico del uniforme sanferminero y uno personalizado siempre es un poco mejor”.

Ortega

A la lista de bordadores se suma Ortega. Con más de 100 años de historia, este comercio tradicional en el corazón de Pamplona lleva personalizando prendas 20 años, cuando los clientes empezaron a pedirlo. Es habitual que gente que viene de fuera quiera lucir un toro en su pañuelo, pero como los anteriores, sobre todo bordan gigantes y kilikis para los más pequeños. En su caso los pedidos se han adelantado. “Se nota que la gente está con muchas ganas, normalmente los encargos se hacen a última hora y este año se han adelantado unas semanas”. Personalizado o no, está claro que este paréntesis sin fiestas ha avivado las ganas de la gente por lucir su uniforme de San Fermín. l