Acaban unos Sanfermines multitudinarios, marcados por el gran ambiente en las calles y sin apenas sobresaltos. Los primeros datos, antes del balance oficial que se dará a conocer hoy, hablan de un 20% más de asistentes que el año pasado en los primeros días de las fiestas. El turismo extranjero se ha recuperado tras la pandemia y ha quedado claro que la población local también tenía ganas de fiesta.
Pamplona tiene casi 200.000 habitantes y el fin de semana solo en el Casco Viejo se contabilizaron 290.000 personas, 50.000 más que el año pasado. Una auténtica barbaridad para un barrio que apenas supera los 20.000 censados y que multiplica por 15 su población. Así lo explicaron los grupos municipales ayer durante la Octava de San Fermín, el último acto de la Corporación en las fiestas.
Después de la Octava, todos los grupos municipales coincidieron en realizar un balance bastante positivo de los Sanfermines y el excelente ambiente vivido en las calles de Pamplona. Luego, el análisis varía en algunos aspectos en función del partido. Cristina Ibarrola se muestra “muy alegre” con sus primeros Sanfermines como alcaldesa, mientras que otros grupos como EH Bildu critican su “caos organizativo” y su estrategia de “dinamitar las iniciativas populares”.
Aumenta la basura
Los primeros datos de la Mancomunidad apuntan a un aumento en la cantidad de basura recogida. En los primeros días se acumularon 44 toneladas de basura más que el último año que empezó en jueves, que fue en 2017. Además, el domingo se batió el récord absoluto con más de 50 toneladas en un solo día.
Una octava tranquila y musical
Como cada año, la Octava de San Fermín fue uno de los últimos actos de las fiestas. La de ayer estuvo marcada por el calor, la tranquilidad y la música. La Comparsa de gigantes y cabezudos salió a las 9.30 horas desde el Palacio de Ezpeleta hacia la Plaza Consistorial para acompañar a la Corporación municipal a la celebración de la Octava. La función religiosa en honor a San Fermín, que se celebra desde 1689, comenzó a las 11.
Posteriormente, la Corporación municipal retornó a la Casa Consistorial en cuerpo de ciudad. Allí, dantzaris de Duguna dedicaron junto a la Comparsa diversos bailes a la ciudad bajo la mirada de las autoridades desde el balcón del Ayuntamiento y del numeroso público congregado. Desde allí, la Comparsa se dirigió a la Plaza del Castillo para su despedida.
