La tómbola de Cáritas agota boletos con la sensación "agridulce" de no poder vender más
Este viernes se agotaron los 2,3 millones de boletos previstos para este año
La tómbola de Cáritasagotó este viernes la venta de los 2,3 millones de boletos previstos para este año, lo que deja una "sensación agridulce" ya que a la satisfacción de haber completado las expectativas se suma la evidencia de que se podían haber vendido muchas más participaciones en los tres días que todavía estará abierta.
Relacionadas
Y lo estará hasta el 15 de julio, como estaba previsto, pero ya solo para la recogida de premios y para ofrecer información a quien se acerque, ya que los boletos se agotaron en la jornada de ayer, si bien queda un buen número de premios por recoger, entre ellos uno de los cinco coches, el premio estrella.
En declaraciones a EFE la responsable de la tómbola, Ana Urmeneta, ha confirmado que no es la primera vez que acaban la venta antes del cierre, lo que deja "una sensación agridulce: Estamos muy contentos de que se haya vendido todo y nos gustaría haber tenido más para poder estar aquí presentes hasta el 15 de julio. Pero bueno, dentro de lo que cabe, ha salido muy bien".
Más de 75 años después de la primera instalación de la tómbola en la capital navarra, Urmeneta atribuye su éxito, especialmente este año, a que "el público de Pamplona es fabuloso. Como siempre, los pamploneses han estado aquí presentes desde el primer día y la venta siempre ha sido un poquito mejor que el año pasado. Y los Sanfermines, como siempre, han sido muy buenos".
Y en esta ocasión especialmente "el tiempo nos ha acompañado", una circunstancia, la meteorológica, que influye mucho a la hora de atraer al público, que se acerca más cuando desde mayo en que se abre amanecen días nublados o más frescos que alejan a los pamploneses de las piscinas y les motivan a dar un paseo por la ciudad y pasarse por la tómbola.
Este año "ha hecho un tiempo muy, muy bueno para la tómbola, que no quiere decir que haya hecho un tiempo muy bueno para todo lo demás, pero como no hemos podido ir a la playa el domingo, no hemos podido ir a la piscina porque no hacía muy bueno, pues una chaquetita y a la calle. Y han pasado por aquí", dice Urmeneta con humor.
Más de cien voluntarios a diario
Y no se olvida de los más de cien voluntarios que diariamente son necesarios para poner en marcha la maquinaria de la tómbola, en varios turnos vendiendo boletos, entregando premios, y coordinando el funcionamiento.
Sobre la posibilidad de aumentar para la próxima edición el número de boletos que salgan a la venta, la responsable de la tómbola emplaza a terminar la temporada: "Todavía nos queda dar muchos premios esta temporada, y en esa función estaremos hasta el 16 de agosto", ya que la tómbola cierra el 15 de julio pero los premios se pueden recoger hasta un mes más tarde en la sede de la calle San Antón.
"Mientras hablamos aquí veo 6 televisores, un robot aspirador, cuatro microondas, cajas enteras de altavoces bluetooth... hay un montón de premios sin recoger", dice como ejemplo al que se añade el coche que aún no ha sido reclamado de los cinco que se podían conseguir de forma directa.
Y con todo, casi dos meses después de su apertura y muchos más de preparación, Urmeneta reconoce su satisfacción tras "muchísimo trabajo, pero de un trabajo muy alegre. Son situaciones de alegría, de felicidad, de familia, de júbilo entre amigos. Situaciones muy, muy agradables, pero siempre trabajando, trabajando, trabajando, trabajando".
Además, el objetivo final, una vez descontados todos los gastos de funcionamiento de la tómbola, es destinar los beneficios a las labores asistenciales de Cáritas y a sus gastos, por lo que Urmeneta reitera su agradecimiento a quienes este año han comprado un boleto.