pamplona. Lo acaecido este fin de semana en Villanúa trae a la memoria otra tragedia ocurrida hace ahora 25 años en la misma zona del Pirineo oscense. Entonces cuatro esquiadores navarros y tres alaveses perdieron la vida en la estación invernal de Candanchú debido a un alud. Aquel drama generó una enorme conmoción, ocupó la primera plana de los informativos y los funerales de los fallecidos se celebraron en medio de una gran consternación.
En aquel accidente perdieron la vida los navarros Eduardo Emanuel Olivares, Patxi Vidaurreta Azanza, Josetxo Gortari Arrizabalaga, Julián Mancho Cortabe y los alaveses Mónica Muiños, Álvaro Ibarrondo e Iñaki Ayala. La magnitud del accidente y la corta edad de algunos de los fallecidos, de entre 13 y 17 años, hizo que la noticia originase una enorme conmoción. A los funerales de los esquiadores asistieron varios centenares de personas, el entonces presidente del Gobierno de Navarra, Gabriel Urralburu, y el ex lehendakari Carlos Garaikoetxea. Las muestras de duelo llegaron incluso de la Casa Real.
El accidente tuvo lugar en una zona que, pese a ser fuera de pista, no era peligrosa y algunos de los esquiadores tenían mucha experiencia. Sin embargo, la tragedia pudo ser aún mayor ya que varios de los deportistas entre ellos los navarros Irene Zarranz, Carlos Ciganda y Amaya López, se salvaron del alud y sólo resultaron heridos leves.