pamplona. Los padres del joven guipuzcoano Asier Lavandera de La Granja, quien fue asesinado en Lekunberri el pasado 16 de enero, han decidido pronunciarse públicamente por primera vez en una carta en la que reclaman justicia "para el presunto asesino y presuntos cómplices" que acabaron con la vida de su hijo, que recibió cinco navajazos en el exterior de la discoteca Mao-Mao a manos de Sergio Fernando Ramos de Sousa, de 21 años de edad, que se encuentra en prisión provisional.
En la misiva, redactada por la madre Edurne y firmada también por el padre, Manuel, que regentan un bar en San Sebastián, aseguran que el día del crimen "comenzó la más dura pesadilla". Después de advertir de que no quieren que "montar un circo" con la muerte de su único hijo "saliendo en los medios de comunicación", añaden que "nuestro dolor no es menos que en los demás casos. Somos tan víctimas como otras familias que han perdido a sus hijos en circunstancias parecidas".
A continuación, manifiestan que "lo único que queremos es que haya justicia para el presunto asesino y presuntos cómplices que lo hicieron", en referencia a los otros tres jóvenes que acompañaban al acusado de asesinato, uno de los cuales sigue imputado por encubrimiento, D.V.M., mientras que las actuaciones contra K.M.G. y F.R.M. han sido archivadas provisionalmente.
La carta de los padres de Asier Lavandera también tiene como destinatarias a las familias de los detenidos. "Nos llama mucho la atención que estos chicos tengan padres. ¡Qué vergüenza! Yo en su lugar hubiese llamado a la familia de la víctima para pedir perdón por lo que hubiese hecho mi hijo. Parece ser que duermen tranquilos con lo que tienen en casa".
En último lugar, se dirigen al propietario de la discoteca, David Gallardo, al que citan como "Gran Hermano" por su participación en el concurso de televisión homónimo, y le reprochan que "no has sido capaz de ponerte en contacto con la familia para dar las condolencias por lo ocurrido".
Además, le preguntan "qué clases de individuos entran en tu local", al tiempo que le recuerdan que "el asesinato se cometió a la salida de tu negocio". "Tan solo por respeto a la víctima y a su familia deberías de haber cerrado esa noche o, mejor, ojalá no hubiese abierto nunca esa discoteca. Nuestro hijo estaría vivo y feliz". Finalizan la carta con palabras para su hijo: "Asier, tenerte entre nosotros y haber disfrutado de ti es lo mejor que nos ha pasado en esta vida. Jamás te olvidaremos", concluyen.