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"A la mayoría de investigadores nos gustaría volver, pero no a cualquier precio"

La sociedad Americana de Inmunología premiará en mayo su trabajo sobre la esclerosis múltiple. Un reconocimiento para un navarro que, como muchos otros, se tuvo que marchar a miles de kilómetros de su casa ante la falta de oportunidades en el sector de la I+D

"A la mayoría de investigadores nos gustaría volver, pero no a cualquier precio"Foto: cedida

pamplona. El navarro Eduardo Huarte Sobrino ha recorrido, a sus 33 años, un largo camino desde que se licenció en Bioquímica en la Universidad de Navarra, donde también se doctoró en Biología Celular en el 2002, con una tesis sobre la respuesta inmunitaria frente al cáncer. Después de pasar por el Ludwig Center for Cancer Research de Frankfurt y el CIMA de la Comunidad Foral, en 2006 dio el salto hasta Estados Unidos, primero a la prestigiosa universidad de Dartmouth y, después a la de Montana, donde desde 2009 investiga sobre la esclerosis múltiple.

¿Qué es y como nos afecta la esclerosis múltiple?

Es una enfermedad neurodegenerativa y crónica del sistema nervioso central que genera problemas motrices y, en los casos severos, parálisis. En los países desarrollados se calcula que afecta a 1 de cada 1000 personas y, por alguna razón, sobre todo a mujeres. Como todas las enfermedades autoinmunes, se trata de una repuesta exagerada del sistema inmune frente algo propio (o exógeno pero inocuo, como el polen). Es decir, hasta cierto punto, estamos ante la cara opuesta del cáncer (o de una infección); en la esclerosis múltiple los glóbulos blancos reconocen y atacan a células que no deberían, mientras que en un tumor las células cancerosas escapan del sistema inmunitario.

¿En qué punto nos encontramos en la lucha contra esta enfermedad?

Todavía no se ha encontrado una cura, aunque actualmente si hay tratamientos que logran retrasar el desarrollo y frenar los síntomas que presenta.

¿En qué se centra su investigación en este campo?

Hace ya años que observamos que inyectando a los ratones una proteína de la mielina estos desarrollan una enfermedad muy similar a la esclerosis múltiple, que se conoce como EAE (siglas en ingles de encefamielitis experimental autoinmune), así que disponemos de un modelo animal. Recientemente, en nuestro laboratorio desarrollamos una herramienta para intentar combatir la EAE, consistente en la fusión de dos proteínas. En un primer momento demostramos que ratones vacunados con este constructo nunca desarrollaban la enfermedad, y, más interesante, observamos que si tratamos ratones enfermos con nuestra proteína, en menos de 48 horas los ratones mejoran muy significativamente y, 3 o 4 días después, son completamente asintomáticos. Todavía no estamos completamente seguros de cual es el mecanismo implicado, pero todo parece indicar que se trata de una respuesta compleja, con varias proteínas implicadas.

¿Qué aplicaciones tendrá este estudio para futuros tratamientos contra la esclerosis?

Algo importante es que una cosa es curar ratones y otra muy distinta personas. Al final los ratones no son más que un modelo, algo artificial, y que a veces es muy distinto de los humanos. Pero es un primer paso necesario.

¿Qué os ha supuesto el ser reconocidos con este galardón?

Siempre es una alegría recibir un premio. A nivel personal supone una satisfacción ver que lo que haces es reconocido. Y a nivel profesional puede suponer una pequeña ventaja a la hora de conseguir financiación para seguir con el proyecto, que al final es lo que cuenta.

Y, después de tantos años fuera, ¿no echa de menos Navarra?

La verdad es que si que echo en falta Navarra... Se echa de menos el contacto diario con los tuyos. Y luego esas pequeñas cosas, como el poteo por lo viejo, los sanfermines, bajar al Sadar, comer como dios manda...

¿Y cómo se lleva el contacto con los que se quedan aquí?

Hoy en día, gracias a Internet, es muy fácil estar conectado tanto con tu familia y amigos como con la actualidad, y a parte voy a casa todos los años por Navidad. Pero aún y todo se echa de menos el contacto diario con los tuyos.

¿Cuál es la parte positiva de tener que irse lejos?

Pasar una temporada en el extranjero es una experiencia muy enriquecedora desde el punto de vista personal. Te abre mucho la mente y te enseña a ver las cosas desde otra perspectiva.

¿Por qué tienen que irse los investigadores a otros países?

La formación aquí esta a la altura de cualquier país europeo, pero el presupuesto para investigar, tanto publico como privado, es de los mas bajos de Europa. No hay cultura científica.

¿Piensa volver algún día a la Comunidad Foral?

Yo creo que la mayoría de los investigadores en el extranjero desearíamos volver a casa, pero no a cualquier precio, sino con ciertas garantías para poder seguir con nuestras investigaciones.