pamplona. Llega al cargo después de más de cuatro años y medio como subdirectora de Tratamiento. ¿El cambio de perspectiva ha modificado su visión del centro, de sus problemas?
Mi visión como subdirectora de Tratamiento se ceñía a lo que era mi Área de Tratamiento. Me encargaba del equipo, de la junta y demás. No tenía más visión salvo cuando hacíamos el consejo de dirección, en el que está presente el director y el resto de subdirectores y ahí todos los subdirectores poníamos de manifiesto nuestros problemas o nuestros objetivos. Yo tenía una visión circunscrita a mi área, pero ahora me tengo que preocupar por igual por el Área de Tratamiento, por el Área de Seguridad, Administración. Soy responsable de todo y en consecuencia tengo que conocer todos los problemas y todas las necesidades que surgen en el centro.
¿Alguna sorpresa respecto a las carencias o más o menos sabía a lo que se enfrentaba?
Siempre eres conocedora de lo que hay, porque en los consejos de dirección los subdirectores poníamos al director de manifiesto las necesidades. Aunque ahora es cierto que veo cosas que antes no le daba importancia y ahora se la doy.
¿Qué motivos han podido precipitar su nombramiento como directora?
A mí se me propuso la dirección y se me dio un tiempo para pensármelo. Me lo pensé muy mucho y acepté. Necesitaba pensármelo, porque aunque estaba en el centro y lo conocía son decisiones que hay que pensárselas bien.
¿Qué valoró en ese periodo de reflexión?
Les pedí tres semanas porque necesitaba pensarlo. Es una decisión que me afecta a mi vida personal, estoy menos tiempo en casa... Me lo tenía que pensar muy bien si merecía la pena asumir ese reto. La prisión nueva está ahí y era un reto y una responsabilidad que tenía que meditar muy bien.
¿Cómo han acogido los trabajadores del centro su nombramiento? ¿Les ha sorprendido?
Yo creo que ha habido un poco de todo. Había gente que pensaba que me iban a nombrar. Había otra gente que no lo esperaba. Había un poco de todo. A mí nadie me ha dicho que le haya parecido fatal que me hayan nombrado. Estaba en las quinielas.
¿La línea de su dirección va a ser continuista con su antecesor Antonio García Enciso? ¿En qué se va a diferenciar?
Cada persona imprime su carácter o su forma de trabajar en el centro y yo voy a seguir la misma que llevaba en mi Área de Tratamiento. Me gusta que haya programas de tratamiento, que haya actividades... Yo lo que pretendo es que los internos estén realizando al 100% actividades o trabajos. Me moví mucho para que se incrementase el número de actividades, toqué a muchas puertas, a través de ONG, asociaciones, instituciones... Y es lo que quiero que ocurra en el centro, que los internos vayan a la escuela, hagan actividades, si es posible puedan realizar destinos, que perciban una remuneración... Es el sello que yo quiero imprimir en esta prisión. Debe primar el tratamiento primordialmente.
¿Cuándo se pondrá en marcha el nuevo centro penitenciario?
La finalización de la obra está prevista para finales de 2011 y suponemos en que en el primer trimestre de 2012 estaría ya funcionando. Desconozco si la situación económica puede influir, si esos plazos se van a poder ejecutar.
¿Los recortes presupuestarios afectarán a la puesta en funcionamiento del centro?
No lo sé. Eso son cosas que se deciden en Madrid y a mí tampoco se me informa de tales fechas. Es un poco lo que va dejando caer Madrid en algunas reuniones a las que vamos. El primer trimestre de 2012 es la última fecha que me han transmitido.
El nuevo centro va a solventar los problemas de espacio, va a mejorar las condiciones de vida de los reclusos... ¿Qué otros beneficios va a reportar para su reinserción?
Yo creo que el nuevo centro va a traer sólo ventajas en comparación con el actual centro. Va a permitir que haya más reclusos trabajando. Ahora mismo tenemos un número muy pequeño. El nuevo centro va a traer más trabajo. Ahora mismo no hay espacio, no hay estructura. Está obsoleto. En el nuevo centro penitenciario va a haber más oportunidades de talleres. Va a haber más población penitenciaria en Navarra trabajando.
¿Un centro de mayores dimensiones puede perjudicar la reinserción en algún sentido?
No hay que verlo como algo negativo. Necesitamos un centro adecuado a las necesidades actuales. Yo no creo que vaya a ser negativo para la reinserción, yo creo que va a ser positivo. Se van a poder hacer más talleres, más programas... El tener pocos internos también te imposibilita poner en marcha algún programa. Desde el punto de vista terapéutico va a ser muy positivo.
El centro sí hace frente a una importante oposición social. ¿Qué le puede decir a la gente que vive en el entorno de la nueva cárcel?
Yo creo que no va a tener repercusión en sus vidas. La experiencia en otros sitios no dice ni cosas ni buenas. No sabría qué decir.
El personal va a tener que incrementarse para la puesta en marcha del nuevo centro. ¿Los recortes pueden repercutir en este aspecto?
Instituciones Penitenciarias va a tener que ampliar la relación de puestos de trabajo. El centro nuevo va a implicar más funcionarios, más personal laboral... Ahí también tendrán que cuadrarse las cuentas. Eso no es algo que depende de la dirección del centro, sino de Madrid.
¿Sería partidaria de acometer algún tipo de reforma en el actual centro para mejorar las condiciones en él o sería dinero desperdiciado?
Ahora mismo no hay dinero. Hemos reformado los locutorios, que a mí me parece fundamental, el administrador se ha encargado de que las celdas estén pintadas, habilitadas, en buenas condiciones de higiene... A mí no me se me ocurre nada a corto plazo que se pueda reformar. Pero sobre todo la crisis económica nos afecta muy de lleno. Si hay que hacer alguna reforma, se hará, pero ahora mismo no lo necesitamos. Siempre hemos procurado dar una imagen de limpieza.
En los últimos años ha sido preciso trasladar presos a otros centros debido a los picos de sobreocupación de la actual cárcel. ¿No es perjudicial para la reinserción de esos presos?
El problema es que si tuviéramos un centro como el que vamos a tener ahora no sería necesario realizar traslados. Por eso vamos a hacer el nuevo centro. Ante situaciones determinadas tienes que adoptar decisiones que no te gustan. Cuando llega una situación de sobreocupación tienes que tomar medidas. Ahora mismo estamos en 252 internos. Estamos bien, en una cifra óptima.
¿Existe ambiente de hostilidad en el interior del centro?
La conflictividad no es un rasgo de nuestro centro. Puede haber conflictividad en algunos momentos. Evidentemente cuando hay más internos hay más posibilidades, pero no es la tónica. Tampoco podemos decir que sea un centro donde haya habido muchos accidentes.