¡LA tierra está en peligro! Un malvado villano ha planeado un maquiavélico plan. Ha decidido... terminar con todos los alimentos de la granja de Azoz. Todo parece perdido. ¿Todo? ¡No! Cincuenta niños valientes de tercero de primaria, provenientes de los colegios San Juan de Jerusalem de Cabanillas y Virgen de la Cabeza de Tudela, pondrán freno al malvado villano.
Primero de todo, estos pequeños necesitaban conocer qué van a salvar. Para ello, Itxaso Oiza, nutricionista, explicó a los niños con motivo de la campaña escolar organizada por IGP Ternera de Navarra sobre buenos hábitos alimenticios, que para crecer sanos y fuertes deben realizar "cinco comidas al día". "Es muy importante tomar un desayuna fuerte, y luego, entre horas, almorzar para recobrar energías y merendar para coger fuerzas para realizar las actividades extra escolares", explicó Itxaso.
La pirámide alimentaria era otro de los mensajes claves para que pudieran salvar la granja y a los alrededor de 170 terneros denominación de origen que viven en la granja de Azoz. Otras 20.000 cabezas de este ganado se crían en Navarra. "¿Hay que comer mucho o poco de la base de la pirámide?", preguntaba Itxaso. "Muchooooo", contestaban los 50 súper héroes. "¿Y se pueden comer chuches?", proseguía la nutricionista. "Sííí", contestaban sin dudarlo. "Pero con moderación, sólo en ocasiones especiales como cumpleaños o fines de semana", recordaba Itxaso. Por si acaso pensaban que se les estaba dando vía libre para atiborrarse.
Pero no había tiempo para más. El malvado villano había colocado cinco bombas en la granja que estaban apunto de detonar. Y sólo había una manera de desactivarlas, descifrando el acertijo que llevaban escrito.
"Podemos ser líquidos o sólidos, somos buenos para los huesos y se nos toma en desayunos y postres tres o cuatro veces al día", rezaba el primero de los misterios. "¡Los lácteos!", clamó el primer grupo. Sólo quedaban cuatro.
"Nos necesitas si quieres tener unos músculos fuertes, podemos ser animales o vegetales, del mar o de la tierra". "¡Proteínas, son las proteínas!", gritaron.
"Tenemos muchos colores, formas y tamaños. Aportamos vitaminas y minerales. Debes comer cinco raciones de nosotros al día como primer plato o como acompañamiento", tercer acertijo... "¡Fruta y vegetales!". Estos mini súper héroes no permitirían que los alimentos de todo el planeta desapareciesen.
"Somos ricos en hidratos de carbono y fibra. Ofrecemos energía y debes tomarnos entre seis y ocho raciones al día". "¡Son los cereales!", descifraron los niños del cuarto grupo. Sólo quedaba un acertijo. Los planes del malvado villano estaban a punto de irse al traste.
"Sirvo para cocinar y aliñar. No es bueno tomar grandes cantidades de mí, pero sí en pequeñas porciones todos los días. Los frutos secos son de los nuestros...". El tic tac de la última bomba resonaba en el ambiente. Pero los pequeños lo tenían claro. "¡Son las grasas buenas!". Última bomba desactivada. La tierra estaba salvada. Y todo gracias a estos cincuenta valientes. Merecían un premio. Y lo obtuvieron. Cada uno recibió una bonita mochila. Recuerdo de aquella vez en que se convirtieron en súper héroes y salvaron a todo el planeta.