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Arístregui, la palabra de unos contra la de otros

Ningún testigo presenció la pelea ocurrida el lunes en Arístregui que acabó con el ex presidente del concejo apuñalado. Las dos familias ganaderas implicadas en los hechos sostienen que la otra parte comenzó la agresión.

Arístregui, la palabra de unos contra la de otrosJAVIER BERGASA

Lo que ocurrió el lunes en un prado próximo al casco urbano de Arístregui sólo lo saben los cuatro implicados en la pelea que se saldó con el ex presidente del concejo, J.J.A.E., de 36 años, con seis heridas por arma blanca, una de ellas que le afectó el pulmón y otra cerca del corazón. La enemistad que separa a ambas familias es vieja, pero también la que enfrenta al resto del pueblo contra el acuchillado y sus parientes. Muestra de la tensa convivencia que embarga este concejo del valle de Juslapeña son las múltiples denuncias por amenazas, agresiones o irregularidades urbanísticas que se han cruzado en los últimos tres años.

Aunque estaba previsto que fuera puesto ayer a disposición judicial, el autor de las seis cuchillada será interrogado hoy en el Juzgado de Instrucción número 5 de Pamplona. F.U.T., de 51 años, está acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa ya que, en principio, la vida de J.J.A.E. está fuera de peligro.

La versión que ofrecerá el detenido sobre los hechos que acontecieron en la mañana del lunes será que actuó para proteger a su hijo, M.U.L., de 21 años, que habría sido agredido en primera instancia por J.J.A.E. y su padre, J.A., de 71 años, cuando se encontraban reparando la alambrada de los terrenos donde pasta su ganado, cuyo sabotaje atribuyen a estos últimos. J.A., por su parte, sostiene que las puñaladas sufridas por su hijo ocurrieron sin mediar provocación previa y que los golpes que recibió el autor del apuñalamiento y su hijo se produjeron con posterioridad, en el forcejeo por defenderse. Están dispuestos a ejercer la acusación particular.

El precedente inmediato de esta reyerta se produjo el pasado 2 de octubre. En aquella ocasión J.A. acusó a F.U.T. de espantar su ganado, al tiempo que supuestamente le golpeó con su bastón. A diferencia de lo sucedido el lunes, otros vecinos de Arístregui sí pudieron presenciar los hechos. Aunque F.U.T. solicitó entonces una orden de alejamiento, el juez acabó denegándosela.