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Sayon Keita espera regularizar sus papeles para lograr el permiso de residencia y volver a jugar a fútbol

al exjugador del vianés le han cambiado cárcel por trabajos socialesEl joven africano huyó de la Policía cuando ésta le paró para que se identificara

Sayon Keita espera regularizar sus papeles para lograr el permiso de residencia y volver a jugar a fútbol

viana. Aunque ya no sea tan mediática, la pesadilla del jugador del CD Vianés de origen africano Sayon Keita todavía no ha terminado, ya que aún está pendiente de regularizar su situación para tener en regla el permiso de residencia en el Estado. Sin embargo, algo sí se ha solucionado y aliviará la presión de este joven de 18 años: la pena de cuatro meses de prisión ha sido sustituida por otra de "30 días de trabajos en beneficio de la comunidad a condición de que no vuelva a cometer delito doloso en el plazo de dos años", informa el Boletín Oficial del Estado. El delito al que se refiere es el que detonó la pesadilla del joven futbolista y no fue otro que la resistencia a agentes de la autoridad, cuando un policía le paró en la calle para que se identificase y Keita se asustó y huyó. Allí empezó un calvario que le supuso pena de cárcel, condena que llegó a cumplir algún día, puesto que estuvo encarcelado en la prisión de Logroño en abril. Las movilizaciones a favor del jugador, especialmente las de sus compañeros de equipo del CD Vianés y las gestiones de su entrenador, Jaime Calvo, hicieron que el Fiscal del TSJ de La Rioja revisase la orden y decidiese, por razones humanitarias, su libertad el 21 de abril. El Juzgado de Instrucción 3 ha sustituido la pena.

Sayon Keita hace días que cumple con estos servicios sociales y espera que, en un par de meses, consiga el permiso de residencia. Sus asesores y amigos están trabajando en las gestiones necesarias. Conseguir el permiso de residencia le permitiría volver a jugar en un equipo de fútbol, ya que su actual situación le impide poder pertenecer a ningún club y, por ello, no puede dedicarse a lo que más le gusta y que le abrió las puertas a integrarse con sus compañeros, jugar al fútbol.

Según explicaban sus amigos, "Keita tiene altibajos, unos días está animado pero otros se siente preocupado por su situación". A pesar de que ahora no forma parte de la alineación del CD Vianés, el joven africano no olvida las movilizaciones de sus compañeros de Viana, los partidos solicitando su libertad y la creación de una hucha solidaria. Por eso, no ha perdido el contacto con ellos y los visita siempre que puede, esperando poder volver a correr por el campo demostrando sus habilidades futbolísticas y viendo hacerse realidad el sueño que un día le hizo subir a una patera y llegar hasta nuestras costas.