marbella. Dos agentes de la Policía Nacional se personaron ayer por la tarde en el Asador de Guadalmina de Marbella, que se niega a acatar la primera orden de cierre de la Junta de Andalucía por haber dejado fumar en el local en contra de la Ley Antitabaco y que sigue funcionando con numerosos clientes.

Los policías llegaron al establecimiento pasadas las 19.00 horas, aunque no pudieron entrar porque el propietario donostiarra, José Eugenio Arias-Camisón, no se lo permitió al carecer de orden judicial, aunque sí dejó acceder al local a dos inspectores de la Junta.

La Junta de Andalucía notificó ayer por la tarde al asador que debía cerrar provisionalmente, aunque el dueño del establecimiento, José Eugenio Arias-Camisón, indicó que quiere que siga abierto.

Una inspectora de la Consejería de Salud se personó en el establecimiento a las 17.10 horas.

La decisión administrativa se basa en que el asador ha incumplido "todos los requerimientos que le ha hecho la Autoridad Sanitaria".

El asador registró ayer una elevada presencia de clientes a la hora del almuerzo, muchos de los cuales permanecieron en el local y abuchearon a la inspectora que notificó el cierre, al tiempo que aplaudieron a la familia propietaria.

Tras la entrega de la notificación, el propietario del establecimiento, recién llegado desde Madrid, donde estuvo esta semana recogiendo firmas en apoyo a su insumisión, declaró su intención de seguir abierto pese a la orden de cierre provisional. De momento, ha recogido 165.000 firmas contra la norma. El encargado del local ha firmado la recepción de la notificación, pero ha escrito un "no conforme" en la misma.

La consejera de Salud de la Junta, María Jesús Montero, a preguntas de los periodistas en Sevilla concretó que este cierre provisional tendrá una vigencia de dos meses, y que, en el caso de que no deponga su actitud, se le sancionará con 145.000 euros y se elevará el caso a los tribunales.