AL cruzar la Ribera navarra a pie, bajo el justiciero sol de un abril nada habitual, uno piensa que Juan Rulfo bien podría haberse fijado en esta planicie inflamable para ubicar su ficticia Comala; la de Pedro Paramo; la de El llano en llamas. Las desperdigadas poblaciones se unen por carreteras de cristal, por las que el sofocante aliento de la tierra avanza con paso cansino. De tanto en cuanto, alguna extraviada brisa fresca permite suspirar con alivio a los curtidos habitantes de la zona que, sin embargo, en absoluto tienen que ver con la parca, silenciosa y solitaria gente de los relatos del escritor mejicano.

En una Nafarroa bien delimitada -en el peor de los sentidos-, la Zona No Vascófona del sur fue testigo, ayer, de un acontecimiento que hubo quien no entendía, pero también hubo quien lo esperó como agua de mayo, nunca mejor dicho. Korrika 17, el serpenteante pelotón en favor del euskera organizado por AEK, surcó estas tierras de la misma forma que el punzón del carpintero marca la madera. Los cientos de euskaltzales de la región, que en el día a día piden al Gobierno Foral la oficialidad de su lengua, cortaron el sofocante aire al ritmo de Gose, Fermin Muguruza y Betagarri, entre otros. Siguiendo los pasos del testigo y, en varios tramos, bajo la atenta mirada de vecinos algo desconcertados, los ilusionados euskaldunes celebraron la reivindicación lingüística sin perder la sonrisa, a pesar de las altas temperaturas. Y de entre todas las localidades que abrieron paso a los euskalakaris fueron Sartaguda y Lodosa las más destacables: en los treinta y ocho años que esta carrera lleva visitando estas tierras jamás había entrado en estas dos poblaciones.

Hacerse ver Si algo caracteriza a Korrika es que no pasa desapercibida. Conscientes de ello, los vascoparlantes del sur de Nafarroa se mostraron eufóricos al unirse al pelotón. Allí, entre pantalones cortos y camisetas de tirante, corría Bittor Leal, vestido de gala. Leal es abogado y participó de la carrera, un año más, con la impoluta indumentaria que debe vestir ante los jueces. "Llevamos años trabajando por euskaldunizar el sistema judicial -explicó-. Todavía no se puede vivir en euskera". La importancia del evento lo lleva a acudir con el llamativo atavío y con el Decálogo de Derechos Lingüísticos de Udalbiltza bajo el brazo.

Entre las varias caras conocidas que se suman a la carrera, antes de llegar a Los Arcos, Xabier Letona, director de la revista Argia, participó en el kilómetro de la guardería Pottoka, a la que han acudido sus hijas. Letona, residente de la capital, recordó la "emoción" con la que vivió la llegada de los euskalakaris a Iruñea, la jornada anterior. En palabras del periodista, "Korrika evidencia que cada vez más gente se acerca al euskera". Pero tampoco olvida que "hay mucho por hacer". El sur de Nafarroa, una edición de Korrika más, vuelve a reverberar unas reivindicaciones que aún algunos se empeñan en obviar.

Edizio denetan horrela gertatzen bada ere, ez du hunkitzeko gaitasuna galtzen. Korrikak ospatu dituen hamasei edizioetan zehar lortutako oihartzunak gora jarraitzen du urtero eta, horren kariaz, Euskal Herritik kanpo bizi diren euskaldunengan ere piztu du hizkuntzaren aldeko jaialdian parte hartzeko grina. Gauzak horrela, diasporek Euskal Herrian gertatzen dena islatu gura eta beren Korrika paraleloak sortu dituzte. Atzo bertan ibili zituzten Berlineko euskaldunek 'Maitatu, ikasi, ari? euskalakari!' leloaren erritmoan lehen-lehenbiziko kilometroak. Alemaniako euskaldunekin batera, Madrilekoak eta Cordobakoak (Argentina) ere aritu ziren, atzo, hizkuntzaren alde izerditan. Medellin, New York, Txileko Santiago, Reno, Boise? beste horrenbeste egingo dute datozen egunetan ere. Baina bart gauean eman da diasporak antolatutako gertakaririk bitxiena: Sidneyko euskaldunek lehen aldiz erabaki dute ttipi-ttapa martxan jartzea eta era bikoiztuan egin dute. Alegia, Euskal Herrian goizeko ordu bateko lekuko aldaketa eman denean beraiek ere hasi dute ibilbidea. Izatez, Korrika 17ren 560. kilometro hori beraiek erosi zuten, eta bertako lagunek ibili bitartean, beste horrenbeste egin dute haiek Sidneyko kaleetan.