pamplona. Comer demasiado nos está matando, alertan los expertos, sin embargo, muchos navarros viven peleando por conseguir ganar un poco de peso, una batalla que, con el verano a la vuelta de la esquina, provoca un aumento de las visitas a las consultas de dietética. Los especialistas, sin embargo, constatan que en la Comunidad Foral la cifra de pacientes que acuden en busca de consejo para engordar es significamente menor que la de quienes desean adelgazar: solo dos de cada diez de sus pacientes pretenden ganar peso. Estas personas, a menudo, sufren la incomprensión del resto, que lo ven como un problema menor cuando, en realidad, puede suponer una verdadera pesadilla.
Conseguir engordar resulta en ocasiones tan o más difícil que intentar adelgazar. ¿Responde ello a una cuestión de apetito, dieta y ejercicio o existe un peso natural para cada cuerpo que éste intenta mantener independientemente de las calorías y la actividad física? "No se puede dar un dato concreto sobre cuándo una persona está excesivamente delgada. El peso es algo personal, depende tanto de la complexión física como de la actividad, el sexo o la edad, pero hay unos márgenes entre los cuales está establecida la normalidad", explica la presidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Navarra, Arantza Ruiz de las Heras, en referencia al Índice de Masa Corporal. El IMC establece los parámetros que indican un peso saludable a partir de una fórmula que relaciona el peso en kilos con la talla en metros cuadrados, y puede servir de guía para conocer si una persona padece sobrepeso o por el contrario está demasiado delgada. "Esta clasificación indica que por debajo de 18,5 k/m2 se puede empezar a hablar de desnutrición, pero debemos tener en cuenta que es un dato orientativo, hay que estudiar cada caso porque existen muchas personas que creen tener bajo peso cuando la suya es una delgadez constitucional", subraya.
genética y falta de apetito Cuando una persona se queja de no poder o no saber cómo engordar, normalmente se debe a que su constitución es más bien ligera, generalmente por un factor meramente genético, sin embargo, también se pueden señalar otros, como una situación personal que provoque pérdida de apetito, que la asimilación de las kilocalorías ingeridas sea insuficiente o el hecho de sufrir alguna enfermedad, diabetes, por ejemplo. Esta variedad de causas dificulta realizar un censo de navarros con bajo peso.
Ya sea por defecto o por exceso -el 54,3% de los navarros y el 33,8% de las navarras sufren sobrepeso u obesidad-, mejorar la salud y el aspecto del cuerpo pasa por mantener una dieta saludable y, en caso de ser necesario, ponerse en manos de un profesional. "Si el bajo peso nos hace sentir cansados, que no estamos en plenitud de fuerzas o tenemos algún valor alterado es recomendable acudir a un profesional de la dietética y la nutrición, quien nos va a ayudar a intentar solventar el problema de forma saludable, puesto que no se trata de ganar peso a costa de lo que sea sino de hacerlo correctamente", subraya la presidenta del Colegio de dietistas-nutricionistas. Las personas preocupadas por la balanza tienen dos vías para consultar su problema: el Sistema Navarro de Salud-Osasunbidea, que, aunque carece de dietistas-nutricionistas, atiende estos casos en Atención Primaria y el Centro de Especialidades Príncipe de Viana, y las consultas privadas, donde se concentra el 90% de los dietistas-nutricionistas en activo.
riesgos Los riesgos de un bajo peso prolongado y patológico pueden ser, entre otros, cansancio, astenia, alteraciones cardiológicas, renales, hepáticas, ginecológicas... "Pides al organismo que realice una actividad para la que carece de energía suficiente, una desnutrición significa un déficit de nutrientes y cada uno de estos provoca alteraciones concretas que pueden ser al final muy graves", alerta la experta. Pero además de esta amenaza sobre la salud, el bajo peso tiene un reflejo estético. "Aparte del adelgazamiento, de la pérdida de masa muscular, se pierde el moldeado del cuerpo, se sufre debilidad en el pelo, las uñas, palidez en el rostro...", describe De las Heras.
Estos dos tipos de fenómenos explican el aumento de pacientes en las consultas de dietética para engordar, pero ¿acuden más usuarios por razones de salud o de estética? "De igual forma que quienes visitan a un dietista-nutricionista para adelgazar no lo hacen en primer lugar por salud sino por estética, también hay muchas personas delgadas que se ven mal, excesivamente angulosas, con los huesos muy marcados o quieren desarrollar masa muscular, y deciden consultar por razones estéticas, sin conocer realmente los riesgos que pueden conllevar una desnutrición real. Aprovechando esta motivación estética les insistimos en el tema de cuidar la alimentación por razones de salud", señala la experta. "También hay pacientes con un adelgazamiento muy agudo en una época puntual que se asustan porque puede deberse a patologías graves. En estos casos hay que descartar que se trate de una enfermedad y en caso de lo que sea, al tratarla se soluciona el adelgazamiento".
Para subir de peso, en contra de lo que pueda pensarse, no se debe realizar excesos en la alimentación, sino administrar las comidas y los alimentos que se consumen de manera que sean lo más energéticos posible. En algunos casos, cuando se es demasiado delgado por constitución, la única manera de ganar volumen es el ejercicio físico. El deporte estimula el apetito y permite un aumento de peso procedente de la masa muscular. "Una cosa es aumento de peso y otra de masa muscular, muchas veces va parejo. La masa muscular pesa más proporcionalmente que la grasa, pero hay personas que inciden en que quieren más músculo y no más peso, en este caso el ejecicio es fundamental", aconseja.