Ingresará un año en un centro tras pegar al chófer de una villavesa

pamplona. Un varón, Enrique F.I., resultó ayer absuelto pese a haberse reconocido que pegó al chófer de una villavesa y a un policía municipal de Pamplona por apreciársele la eximente de enajenación mental, lo que elimina la posibilidad de que el sujeto ingrese en prisión. De esta manera, el acusado tendrá que ser internado como medida de seguridad durante un año en un centro especializado para someterse a tratamiento médico. Actualmente se encuentra internado en la residencia Alaiz de Biurrun, una entidad concertada con el Gobierno foral.

El juicio rápido, que iba a celebrarse ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona, no se llevó a cabo debido a que se alcanzó una conformidad entre las partes. El acusado, que en sus antecedentes ya figuran dos condenas, una por un delito de lesiones y otra por daños, tendrá además que indemnizar con 344,50 euros al conductor de la villavesa y con 300 euros al agente. Los hechos sucedieron sobre las 19.55 horas del 9 de septiembre de 2011, cuando el acusado subió en el paseo Sarasate a la villavesa que cubre la línea 12 de Pamplona. Lo hizo fuera de la parada establecida. Una vez en el interior del autobús, según el fiscal, el chófer le dijo que era la última vez que le iba a parar fuera del lugar establecido, a lo que el acusado "le empezó a insultar, arrojándole al suelo las monedas que estaban sobre la mesa y propinándole una bofetada en la cara al chófer, al que se le cayeron y rompieron las gafas".

Cuando llegó al lugar la Policía Municipal, el procesado mantuvo la misma actitud respecto de los agentes, comenzando a bracear con uno de los agentes, al que intentó morderle y le dio patadas. Cuando le dirigían a las dependencias policiales, les dijo "payasos, sois unos perros", y después que fue trasladado al Hospital de Navarra volvió a amenazarles y a darles patadas y cabezazos a varios agentes. El acusado estaba diagnosticado en el momento de los hechos de un deterioro cognitivo moderado grave con afectación frontosubcortical y síndrome de cerebeloso de predominio axial, secundarios a dependencia del alcohol y los opiáceos, por lo que está incapacitado legalmente.