Córdoba. Los bomberos de Baena (Córdoba) localizaron ayer en un pozo de cinco metros de profundidad situado junto a una carretera secundaria un coche en cuyo interior estaba un niño de 3 años abrazado por su padre, que murió tras el siniestro aunque antes pudo arropar su hijo, que sólo sufrió una herida en la frente.
Un portavoz de los bomberos explicó que encontraron al padre y su hijo ayer en la carretera que une Castro del Río con la pedanía de Llanos del Espinar, aunque el accidente se habría producido el jueves pasado. La mujer del fallecido había denunciado el jueves la desaparición de ambos después de que su marido recogiera al menor de un centro educativo.
Las labores de búsqueda no dieron resultados ese día debido a que el coche cayó al pozo en una curva cerrada y no es visible desde la carretera, por donde pasaron las personas que lo buscaban, según los bomberos.
Un agricultor que trabaja en el entorno fue el que vio el coche siniestrado el viernes por la mañana, y hasta el lugar se desplazaron los bomberos, que encontraron al hombre muerto y a su hijo de tres años y medio abrazado por él. Por la postura que encontraron al hombre, los bomberos concluyeron que no murió inmediatamente tras el siniestro y que tuvo tiempo de abrazar a su hijo.
El menor fue ingresado en el Hospital Reina Sofía de Córdoba.