Los sucesivos bloqueos de protesta de los antinucleares alemanes impidieron ayer casi por completo el avance del tren con basura radiactiva en su ruta hacia el depósito de Gorleben (norte del país), pese al fuerte dispositivo de seguridad. El convoy, con once contenedores tipo "castor" cargados con 2.500 toneladas de residuos altamente tóxicos, apenas recorrió unos 60 km, de Maschen -donde pasó la noche- a Dahlenburg, donde le situaron sobre las 17.00 horas varios testigos. La principal acción de protesta se produjo en Hitzacker, donde tres hombres y una mujer se encadenaron a las vías mediante un complejo mecanismo de una tonelada de hormigón y un metro de alto.
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