"SÓLO el hecho de enunciar las preguntas ya tiene una respuesta positiva en la gente". Son palabras de Fernando Alonso, el pamplonés de 49 años que regenta la tienda erótica Sex Haizegoa y el culpable de la aparición en el mercado de un nuevo juego de mesa para adultos: Sexoguay.

"El tablero está planteado como si se tratara de un campus universitario de sexualidad, con seis facultades: Kamasutra, Sexualidad (anatomía, sexología...), Accesorios, Diccionario de términos, Erotismo y pornografía y Temas variados. El fin es licenciarse y, para ello, vas completando el recorrido, superando las prueba de prenda o verdad que hace las veces de matrícula y, posteriormente, accediendo a las facultades y respondiendo correctamente a las preguntas", explica Alonso. Según el color de las casillas que corresponda, las preguntas girarán en torno a Prenda o verdad, Sexualidad, Accesorios o Diccionario de términos sexuales.

En total, el juego consta de 2.400 preguntas y respuestas sobre temas relacionados con la sexualidad, que aportan pequeños datos de información sexual. Además, se completa con algunas propuestas sexuales incluidas en las 69 tarjetas Prenda o verdad del juego, para ir ampliando maneras de relacionarse con la pareja u otras personas. Su creador explica que "está pensado para jugar en pareja y en grupos en los que haya un poco de interacción sexual. Está enfocado para todo el mundo que tenga alguna inquietud sexual tanto de conocimiento como de las pruebas". Así, las tarjetas de Prenda o verdad tienen versión pareja, más atrevida, y versión de grupo, más suave, aunque a veces coincidan.

El juego es el resultado final de siete años de trabajo. "Ya cuando comenzamos con la tienda en 1994 nos dimos cuenta de que había una gran demanda de información sexual. Nos empezamos a formar por nuestra cuenta y analizamos los juegos que ya existían, recogiendo lo mejor de cada uno. Así, estuvimos un par de años elaborando el diccionario de términos sexuales. Después, durante tres años juntamos todas las preguntas y, en los dos años finales, le dimos forma", explica su creador, que contó con la ayuda de sus compañeros de trabajo.

Con un precio de 69 euros, Sexoguay salió al mercado el 11 del 11 de 2011 y, explica Alonso, "en Pamplona lo estamos vendiendo muy bien porque lo promocionamos nosotros. Ha sido un esfuerzo económico muy fuerte y el gran reto de este año es la distribución, llegar a todo el Estado, para hacerlo rentable. El marketing y el saber llegar a los sitios es tan importante como que sea un buen trabajo". La obra, que fue realizada por una empresa navarra, ha contado con el respaldo de un préstamo del ICO: "Ahora, queda devolverlo".

En pleno proceso de creación del juego, la crisis también afectó al negocio del pamplonés. "Estamos en las horas más bajas, probablemente, desde que comenzamos. Además, afrontamos dos crisis: antes vivíamos del vídeo y de las cabinas, hasta que llegó Internet. A eso se le sumó que la gente no cobra y no puede venir como antes. Hemos pasado de tener dos tiendas en Pamplona, con 18 cabinas, a tener una con 3 cabinas".

Frente a las grabaciones, según indica el pamplonés, en los últimos años están en alza los objetos y juegos eróticos "hay más demanda de ellos". Según explica Alonso, el producto más vendido, en general, es el lubricante. "Ellas suelen llevarse bolas chinas y, a veces, algo sorpresa para la pareja. Ellos no suelen venir para sí mismos y adquieren algo para la pareja, aunque últimamente se lleva el huevo masturbador."

más femenino Alonso, que estudió Magisterio, lleva desde el año 1994 al frente del negocio. Desde entonces, además de lo que le aporta su experiencia, se ha especializado en sexualidad: es monitor de educación sexual y ahora está estudiando por la UNED un curso de experto en sexualidad.

"Nosotros hemos visto mucha evolución en este tema. Cuando empezamos se acercaban a la tienda sólo hombres y, ahora, son más las mujeres que vienen que los hombres. Nuestro trabajo ha ido también enfocado a ello, hemos intentado ser femeninos y equiparar el tema". En cuanto al perfil navarro de comprador, en su mayoría femenino, el gerente añade que "el verdadero consumidor de accesorios tiene de 25 a 45 años. También se acercan más jóvenes, de entre 18 y 20 años, pero adquieren productos más básicos".

Alonso explica que en la sociedad navarra "como en cualquier otra", hay de todo: "Hay gente que viene reprimida y gente que está mucho más abierta. Influye mucho la educación que hemos recibido, aunque el panorama está cambiando en los últimos 10-15 años. Estamos pagando las lecciones que hemos recibido en centros religiosos y no nos deja ser libres: cuando quieres disfrutar de la sexualidad, no puedes, hay algo en tu cabeza que no te lo permite. Hasta que pasas tu proceso, te limpias y lo consigues. También hay quien, precisamente por esto, llega al otro extremo".