LASAITASUNA, una de las urbanizaciones de Yesa desalojadas el pasado día 8, significa, en euskera, calma, tranquilidad. Pero desde hace diez días, a raíz de los fuertes deslizamientos de la ladera sobre la que está ubicada, con sus vecinos conviven la preocupación, el miedo y la incertidumbre.

No hay calles o aceras, bajeras, garajes ni, sobre todo, viviendas libres de grietas, consecuencia de la fuerza ejercida por los corrimientos de tierra. Por esta razón, unas 60 viviendas de Lasaitasuna y 18 de la urbanización vecina, El Mirador de Yesa, tuvieron que ser desalojadas como medida preventiva ante el posible riesgo de derrumbe.

José Lozano, residente en San Sebastián y propietario de un bajo en Lasaitasuna, acudió ayer junto a su hijo para hacer balance de la semana y ver en qué nueva situación está su casa. La sorpresa, preocupante: el suelo inclinado en el mismo sentido que la ladera y muchas zonas se encuentran levantadas por la presión, paredes deformadas y desconchadas ("Esto no estaba así el fin de semana pasado", exclamaba mientras señalaba una de las paredes) y grietas mucho más grandes, a las que se suman otras nuevas.

La mayoría de las fisuras, especialmente en muros y calles, fueron cerradas hace meses, al aparecer. "Pasan cosas y las vas arreglando. Lo ves raro, pero lo tapas y ya está. Luego, cuando pasa esto, te das cuenta del porqué", explicaba Nicolás Garrido, presidente de Lasaitasuna.

"La carretera de la calle 4 se hizo de nuevo hace cuatro años porque estaba llena de cortes. Picaron medio metro para buscar las vigas, echaron graba y una solera de grabilla armada. Y ahora todo eso está cediendo de nuevo", añadía.

"Reclamamos que nos digan cuánto tiempo -continúa Garrido- van a cerrar la urbanización y no nos dejen en ascuas. Cuando vas a reclamar a la Unión Temporal de Empresas (UTE), te mandan al Gobierno de Navarra, pero ellos se lavan las manos diciendo que le hacen una concesión a la UTE para realizar la obra. En principio, tienen un seguro para cubrir los desperfectos que puedan ocasionar. Pero a la hora de la verdad, no responden, el Gobierno de Navarra se libra y así siempre".

NO HAY TECHO PARA TODOS De las 60 viviendas desalojadas solo nueve son utilizadas como residencia habitual.

Pero el Ayuntamiento de Yesa solo contaba con cinco apartamentos destinados al realojo. "Nosotros nos quedamos sin sitio. Mientras, a dos concejales les han dado unifamiliares", denunciaba Raúl García Muñoz, vecino de El Mirador. "¿Realojo? Ninguno. Nos ofrecían una habitación en un hostal, pero no podemos vivir así durante al menos un año, que es el tiempo mínimo que dicen que va a durar esto. Encima, ahora el Ayuntamiento nos dice que solo tiene dinero para pagar dos meses de realojo", añadía García Muñoz.

Pese a que las viviendas de El Mirador, de reciente construcción, no sufren ningún desperfecto visible, están en situación crítica por encontrarse entre la ladera y la presa. Además, sus vecinos denuncian que al construirse los adosados, hace cinco años, ya había corrimientos de tierra: "La CHE no se quiere hacer cargo de nada y muchos nos preguntamos por qué tiene que pagar el Ayuntamiento el realojo si no es culpa de ellos. Además, ya sabían que la ladera se movía, ¿cómo permiten que la gente haga y compre casas ahí?" preguntaba con indignación un vecino de Lasaitasuna.

ESPECULACIONES A la espera de los informes oficiales de la CHE y el Gobierno Foral, los vecinos apuestan por que la culpa de la situación es de la Confederación Hidrográfica del Ebro, y no de las lluvias ocurridas en enero y febrero, como aseguran los organismos oficiales. "Han descalzado el monte de forma vertical debajo de El Mirador y ahora es lo que se está viniendo abajo, las lluvias no hacen más que acelerar el proceso de derrumbe" subrayaba García Muñoz. No olvidan, tampoco, la construcción de los túneles de la carretera de Jaca: "Algo de incidencia creemos que tendrá. Durante las obras, cada seis horas escuchábamos una explosión que hacía temblar toda la urbanización. Nos decían que era de baja incidencia, pero algunos vecinos tuvieron que reclamar daños", comentaba Garrido.