pamplona. ¿Qué les interesa del sexo a los adolescentes?
El tema de la ejecución, cómo se hace, si tendrán que usar preservativo, si aguantarán. Y a las chicas, la imagen frente al resto de ellas: si están retrasadas, utilizan esta palabra, con respecto a las relaciones sexuales. Cuando hablo con ellos les destaco la importancia de elegir. 'Elegid bien a la persona con la que tengáis confianza para hacer aquello que queráis hacer y olvidaros del coito', les digo. Es preocupante que las primeras relaciones sexuales e incluso el acercamiento sexual incluyan ya el coito. Prepararse para este requiere experiencia y capacidad de decidir qué se quiere hacer, cuándo y la utilización de un medio que evitará problemas. Lo que ocurre, sin embargo, es que el adolescente, primero hace y después aprende. A veces, aprende de los errores que comete y estos, en ocasiones, son irreversibles: embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, VIH...
¿Cómo es el sexo de los adolescentes?
Bastante mediocre y conflictivo. Disfrutan poco, van solo a hacerlo. Los chicos son excesivamente competitivos entre ellos y ellas están asustadas.
¿Se mantienen los roles por sexo?
Sí. El rol del chico es que es el más guapo y atlético es el más querido y deseado. El de la chica, guardar y reprimir. Sigue extendido lo de la salida o la fácil de la clase. Y da pena. Por desgracia implica que la chica tiene temor a qué van a pensar de ella y calla si tiene una experiencia. Eso le puede llevar a tener problemas que arrastre durante mucho tiempo. El chico es al contrario: cuenta todo tipo de aventuras y presume de ligar todo lo que quiere. También se mantiene el rol del niño feo y gordito o la chica diferente. A estos se les aparta. La imagen física es tan importante que asocian disfrute sexual con esta, pero les digo que no por ser más guapa o guapo se disfruta más del sexo. No tiene que ver disfrute sexual con la imagen que tengan de sí mismos, pero atribuyen atractivo físico a mejor relación sexual.
¿Ha copiado la mujer modelo sexual masculino como si este fuera superior en lugar de repensar un nuevo?
En los años 90, las mujeres adoptamos el rol del chico: hacerlo con montones de gente, de manera atolondrada y sin sentido. No disfrutábamos, pero ejecutábamos. Ahora planteamos otro modelo: tu eliges y aprendes a disfrutar con la otra persona, y con diálogo y comunicación. A los chicos también les decimos que elijan. 'No te vale cualquiera porque te deje. Olvidaos del coito una temporada', les insisto. Porque el sexo va a más allá. El problema cuando hablamos de ejecutar es la patologización de la sexualidad: eyaculación precoz, difunción eréctil... El planteamiento ahora es el de respeto hacia uno mismo: el adolescente tiene que aprender a respetarse a sí mismo y las chicas, a adoptar otro modelo: pueden tener un orgasmo igual que los chicos. Pero sin prisa por empezar las relaciones sexuales. Si conseguimos esto sería maravilloso porque evitaríamos ETS, embarazos no deseados, utilizarían métodos porque, como le digo a mi hija, el planteamiento es me quiero y no quiero que me ocurra nada. Y luego está la ternura. Los adolescentes se han olvidado de la ternura. Los chavales por ese rol tan machista.
La educación sexual pierde recursos, pero la impartida hasta ahora ¿ha sido eficaz? ¿Ha calado el mensaje?
La base de una buena educación sexual es tener un programa desde los 3 años enfocado a las familias y el medio escolar. Desde esa edad les tenemos que enseñar a respetarse y quererse, a controlar el bullying, el tema de la imagen. A los 10 años ya les hablamos de sus preocupaciones: embarazos, si el parto duele. A los 12-13 años, llega el tema de la ejecución: hablar de la primera relación como algo más que introducir el pene, aprender a conocerse, también al otro, las diferentes partes del cuerpo, cómo tocarlas... hasta llegar a la edad adulta con vivencias gratificantes. Es un asunto de convivencia escolar y familiar: aprender a querer y respetarse. Así tendrán una relación sana, con medios de protección y feliz. Recordarán sus primeras experiencias como una vivencia grata.
¿Pueden marcar las primeras experiencias el futuro sexual?
Nuestras consultas están abarrotadas de adultos con problemas por sus primeras relaciones. Un 10% de primeras experiencias en mujeres han sido agresivas o violentas u obligadas para no perder al novio o porque él presiona. Esto tiene repercusión en la salud mental: problemas de autoestima, depresión, ansiedad, niños con intentos de suicido, anorexia, bulimia. He encontrado muchos casos de bulimia con experiencias sexuales poco gratificantes.
¿Hay diferencias en esa huella según los sexos?
Sí. De las primeras experiencias va a depender la imagen que una chica tenga de los hombres, de cómo va a ser capaz de sentir placer, de si le han respetado o le han hecho sentir una basura porque solo ha sido un objeto sexual. Pueden sufrir vaginismo, dolor, dificultades para llegar al orgasmo. En ellos, se dan problemas de eyaculación precoz o de erección.
¿Es preocupante el papel del porno en la educación sexual del adolescente?
No son solo los adolescentes, también niños de 10 años. Es preocupante porque el mensaje que reciben es la violencia, también el que hemos intentado descartar: la obsesión por la ejecución. En el porno en general el varón domina y las mujeres están ahí y punto. Es la ejecución del varón frente a una persona que emite pocas opiniones. Además, el tipo de sexo que ven es el porno con un punto marginal... He tenido varones jóvenes que empezaban a ver porno bastante agresivo y luego no tenían relaciones satisfactorias porque el sexo cotidiano les aburría.
¿A las chicas les gusta el porno?
Los chavales tienen más curiosidad. Las chicas acceden, pero en menor proporción porque tienen esa dualidad de aceptar la sexualidad pero la temen porque la viven con esa agresividad del varón hacia el coito.
¿Se perpetúa el modelo de mujer que en lugar de para su satisfacción usa el sexo para atrapar a un hombre y el de la mujer complacedora?
Sí, sobre todo en la mujer enamorada: mi novio quiere hacerlo y yo tengo dudas pero si me va a dejar... Hay que explicarles que pueden tener otro tipo de relaciones y que es importante que lo hagan cuando lo decidan. Mujeres de muchas generaciones han tendido a complacer y esto en adolescentes se da muchísimo. Pocas adolescentes empiezan a tener relaciones porque lo decidan ellas. Se dejan llevar por esa persona de la que están enamorada y a quien quieren complacer.
¿Y el preservativo?
Una chica me dijo que no le gustaba usar preservativo. Yo le pregunté la razón y ella confesó que en realidad era porque su pareja le había dicho que le resultaba más cómodo hacerlo sin preservativo. Esto es muy serio.
¿Es intrascendente que la edad de inicio sea cada vez más temprana?
A mí me preocupa. La edad es importante. La sexualidad la veo como un crecimiento personal un aprendizaje personal y humano y es complicado acceder a una sexualidad completa tan temprano. El acercamiento a través de la masturbación ahí está y estará siempre y es favorecedor, pero yo preferiría que se prolongara la edad de inicio del coito, que se dieran pasos empezando por el primero y terminando por el último. La primera experiencia se recuerda siempre. La media es 15-16 años. Ojalá se empezara con 18, con más cabeza.
¿Suele ir la primera experiencia ligada al alcohol?
Sí y es un desastre. Usan el alcohol para desinhibirse. Alguno dice: 'Ya se lo que tengo que hacer para que ella lo haga: darle tres copas'. Por eso decía que la capacidad de decidir debe enseñarse desde los 3 años, hablar de respeto, del cuerpo, de que no te deben agredir, para que al llegar a los 13 años lo tengan claro.
¿Hay miedo a la educación sexual?
No debe haber miedo a la educación sexual por parte de las familias y las instituciones. En general, los valores básicos comunes son la capacidad de disfrutar de la vida y el sexo es básica para la salud y el equilibrio personal. Y el respeto a la persona con la que se está. No hay que tener miedo al disfrute. Hay que tenerlo a lo que sucede ahora, también entre personas adultas que hablan la lengua de los adolescentes: se actúa sin saber las consecuencias de esa actuación ni emocionales ni en el equilibrio personal, cuando lo que hay que intentar es elegir una persona con la que disfrutar en la vida y en el sexo.