la empresa navarra Pop Up Project se ha inspirado en el fenómeno social Pop Up: espacios urbanos que surgen de la nada, en los lugares más insospechados, locales itinerantes anticrisis que tienen como protagonista una marca que tiene algo que ofrecer. Tiendas, restaurantes, bares, discotecas, espectáculos, ferias o eventos especiales que aparecen y desaparecen detrás de los contenedores que los alojan. En grandes ciudades se ha puesto de moda porque requieren poca inversión, son de rápido montaje y desmontaje, tienen gran impacto social y personalizan iniciativas comerciales efímeras donde el factor sorpresa y el concepto espectáculo hacen más atractivo este sistema de construcción modular. El navarro Guillermo Muruzábal y la guipuzcoana Gurutze Elósegui, con diez años de experiencia en el mundo de la arquitectura, se han lanzado en Pamplona (calle Dormitalería 3, bajo) a este nuevo mercado alternativo, una performance urbana con infinitas posibilidades. Ofrecen el reciclaje industrial y la transformación de contenedores marítimos en desuso (de puro acero que hasta ahora viajaban en navieros) al servicio de otros usos comerciales, de restauración o incluso usos hoteleros, piscinas, espacios recreativos o edificaciones con vocación de permanencia. La empresa ofrece el pack completo que supone el diseño, fabricación, instalación, desinstalación y alquiler de espacios aportando a su vez la posibilidad de la promoción y gestión del evento de la actividad.
"También estamos estudiando aquellas zonas de la ciudad, barrios como Rochapea o el Ensanche, donde hay solares vacíos y se puede generar nueva vida a través de actividades ofreciendo alternativas a sus propietarios", destacan. En Holanda se han topado con residencias universitarias, hoteles en China y centros comerciales en Nueva Zelanda armados con contenedores metálicos. Las posibilidades son infinitas.
El uso residencial es uno de los enfoques que más les interesa. Tienen varios proyectos en marcha, tanto con contenedores marítimos reutilizados como con módulos prefabricados en su taller de Larraga, el más avanzado en Elorz, donde prevén levantar tres Viviendas de Precio Tasado de estructura modular metálica, cubierta vegetal y calefacción con suelo radiante (están en venta, información en el teléfono 609677166). Proyectan otra vivienda en Mendívil y otras siete unifamiliares entre varios pueblos de la zona media y ribera de Navarra.
La base constructiva es un contenedor, una caja metálica que tiene seis o doce metros de largo por 2,40 de ancho y una altura de casi tres metros, un armazón estructural que luego es necesario reforzar, aislar, revestir, tratar, apilar (sin límite de altura). "Nosotros nos encargamos de todo, de poner los suelos, la distribución, construir la fachada ventilada, instalar placas solares... son viviendas bioclimáticas donde se pueden conseguir certificados energéticos altos". La resistencia de estos contenedores al frío y al calor puede ser incluso superior al de una vivienda convencional. Además, permite construir la vivienda por fases (ampliando por arriba o por los lados el espacio necesario).
El mercado ofrece viviendas modulares en hormigón, madera y acero, pero ellos eligen este último material por su "resistencia, durabilidad, ligereza y el aprovechamiento del espacio", sea nuevo o reciclado. Entre tres y cuatro meses es el tiempo, casi récord, que necesitan para montar una vivienda "mecano".
la mitad de precio Una vivienda unifamiliar puede salir por aproximadamente la mitad del precio de una construcción convencional, y la empresa se encarga también del proyecto, urbanización de la parcela y montaje completo. "Si se dispone del terreno, es posible instalar una vivienda Pop Up de tamaño medio a partir de unos 60.000 euros. Hay que tener en cuenta que en el presupuesto se rebaja a la mitad el número de horas que se destinan a mano de obra", admiten los promotores.
"Culturalmente se asocia la construcción industrial con la imagen de una caseta de obra o un bungalow de vacaciones pero estamos hablando de otro mundo. Cada módulo industrial viene terminado con todo instalado para ser ensamblado en la parcela. Además, todos los materiales que utilizamos son ecológicos, aislamientos, pinturas, etcétera, y la prefabricación optimiza todos los procesos", remarcan. Lo tienen claro, la industrialización es el futuro de la construcción: "Es necesario cambiar una forma de construir que permanece prácticamente invariable desde la época de los romanos", apostillan (www.popuproject.com).