PAMPLONA. No beber lo suficiente, permanecer con el bañador mojado tras un chapuzón, especialmente si se ha disfrutado de este en ríos e ibones y sentarse sobre superficies frías, así como el aumento de las relaciones sexuales explican que un determinado perfil de personas, mujeres jóvenes -la uretra femenina, vía de penetración de la infección, es más corta que la de los hombres y está más cerca del ano- se vea más afectado en el estío por una enfermedad que a lo largo del año padece un 17% de las personas en Navarra, según un estudio del Centro de Investigación sobre Fitoterapia y el Instituto de Medicina Sexual.

CAUSAS Los expertos señalan la pérdida de agua en el organismo como la principal causa de la cistitis aguda simple en época de canícula. "Es más frecuente en verano porque se pierde más agua debido a su evaporación a través de la piel para regular la temperatura, por tanto, disminuye el volumen de orina y ésta se concentra más", explica Javier Aldave, urólogo del CHN, quien destaca la importancia de reponer líquidos. "Es importantísimo beber el suficiente volumen de agua. Un adulto, sin hacer ejercicio físico, pierde por evaporación un litro de agua en un día de calor, de ahí que el estándar sea beber un litro y medio de agua diario", añade antes de señalar otros factores de riesgo, especialmente para las mujeres, como no cambiarse de bañador tras sumergirse en aguas de zonas frescas -ríos, pozas o ibones del Pirineo-. "La temperatura baja influye en esta infección, por eso no es tan frecuente en un agua templada como la del Mediterráneo o una piscina", aclara.

Así pues, no solo la humedad tiene que ver con esta patología. "Estar sentado un buen rato sobre superficies frías como bancos de piedra situados en lugares sombríos es otro factor de riesgo para contraer esta enfermedad, causada en un 70% de los casos por Escherichia coli, un enterococo que convive con nosotros en las heces, pero que no debe estar presente en la vía urinaria baja", precisa.

Aldave subraya que en el caso de la mujer y las personas mayores, la época más crítica para la vejiga no es el verano sino el invierno. "El principal factor de salud vesical es la época estacional y la localización geográfica. Los problemas de vejiga y próstata son más frecuentes en países nórdicos que en países tropicales y cálidos, en el norte de España que en el sur, y en la montaña de Navarra que en la Ribera". Este fenómeno obedece a una reacción corporal ante las bajas temperaturas y la humedad. "Provocan en invierno una importante vasocontricción del sistema circulatorio de la piel. No se evapora nada de agua y toda la que perdemos es a través de la orina. El verano, salvo estas circunstancias de los baños y humedades, es mejor estación para la salud vesical", precisa.

El urólogo destaca, en relación con la influencia de las bajas temperaturas, el peligro que suponen, especialmente para la mujer, las zonas de congelados y refrigerados de las grandes superficies. "El frío de esos expositores puede provocar en personas que padecen de la vejiga un espasmo, una contracción molesta de la vejiga", expone. "Todo el tema del salud vesical responde al viejo consejo de las abuelas 'no te enfríes, mi chico', es decir, el frío da problemas, el calor salud", resume.

ATAQUE AL RIÑÓN Las complicaciones más frecuentes de la cistitis son las recaídas, la hematuria, es decir, el sangrado, y la pielonefritis, que se produce cuando la infección asciende por el uréter y ataca el riñón. Esta se caracteriza por dolor lumbar y fiebres con escalofríos. "Puede causar daños en la función lumbar, lo que obliga a tratamiento antibiótico potente y reposo", advierte el especialista, que aconseja beber agua y zumos de fruta. "Son ricos en ácido ascórbico, vitamina C, que protege muy bien las mucosas", explica.