SANTIAGO DE COMPOSTELa. Asunta Basterra, la niña de 12 años que fue hallada sin vida el 22 de septiembre en una pista forestal de Teo, cerca de Santiago de Compostela, falleció por asfixia química debido a la dosis extrema de un ansiolítico, según aseguraron ayer fuentes cercanas al caso. Estas mismas personas vincularon la muerte de esta pequeña con la ingesta elevada de un ansiolítico y rechazaron que hubiese posteriormente una sofocación, con base en los exámenes practicados en criminalística.
El tranquilizante es lorazepam y pertenece a la familia de los benzodiazepínicos, según detallaron las fuentes. Su marca comercial más conocida es Orfidal, un fármaco que se utiliza para tratar estados de ansiedad, y siempre bajo prescripción médica. Estas mismas personas aseguraron además que las concentraciones más altas en la víctima se encuentran al inicio del verano, cuando dos profesoras de Asunta se percataron de sus estados de somnolencia, y en la jornada en la que falleció, con el registro más llamativo, puesto que ahí la dosis es letal.
acusación La pediatra de Asunta declaró ayer en la instrucción que la niña no era alérgica. Sus padres, encarcelados desde el día 27 del mes pasado en el penal coruñés de Teixeiro, habían contado a los docentes de la menor que por esta condición debía tomar una "fuerte medicación" que la dejaba aturdida. La acusación que pesa sobre Rosario Porto y Alfonso Basterra, los únicos imputados, que negaron los hechos, se elevó de homicidio a asesinato y en el endurecimiento de la calificación pesaron las pruebas forenses de sangre, las gástricas y las de pelo al revelar que Asunta era sedada.
Días antes del crimen, la niña faltó al colegio y a sus clases de ballet, precisamente a consecuencia de las pastillas que debía tomar por su alergia, según argumentó su propia madre. Estos son episodios que en su momento nadie entendió como de riesgo y que solamente ahora han cobrado relevancia. Sobre la causa sigue vigente el secreto de sumario.
Según reveló ayer El correo gallego, aunque en un principio los investigadores pensaban que era poco probable que Rosario Porto transportara el cadáver sola debido a su baja estatura y peso, un mes después del asesinato consideran factible de que la madre llevara el cuerpo de la pequeña hasta la pista forestal de Cacheiras. Porto habría tenido tiempo suficiente para dejar el cadáver y poner la denuncia, ya que no tienen pruebas de que Alfonso Basterra le ayudara debido a que una cámara le grabó en el centro de la ciudad a las 21.30 horas.