burgos. Una asamblea de más de 300 vecinos del barrio de Gamonal (Burgos), donde los últimos días se han sucedido concentraciones de protesta contra la construcción de un bulevar, decidió ayer dar continuidad a lo que ha denominado Movimiento de Gamonal, pese al anuncio de paralización definitiva de las obras.
Los vecinos plantearon continuar con las asambleas que han venido celebrado dos veces por jornada durante los últimos días, aunque adelantaron que serán algo más espaciadas en el tiempo y en los próximos días estudiarán su periodicidad.
También buscan otro lugar para celebrar estas reuniones dado que, según anunció el viernes el alcalde de Burgos, Javier Lacalle (PP), a quien volvieron a exigir ayer su dimisión, a partir de mañana comenzarán las obras de reposición de la calle Vitoria a su estado anterior, por lo que la asamblea no podrá celebrarse en este lugar.
La asamblea planteó ayer varios problemas del barrio que creen que también requieren una respuesta de las administraciones, entre los que se destacó la carencia de viviendas para personas necesitadas y los desahucios que "se están cebando con el barrio".
La propuesta planteada en la reunión de la mañana fue una nueva manifestación por las calles del barrio, y no hasta la Comisaría de Policía Nacional como en los últimos días. El objetivo es que sea una muestra de agradecimiento por el esfuerzo de los vecinos.
También había que decidir cómo se organiza el desmantelamiento de la estructura de plásticos y vallas de obra que durante estos días ha servido para resguardarse del frío y la lluvia a quienes han participado en las concentraciones en la zona de trabajos.
La euforia se mezclaba ayer con una presencia vecinal más variada y, aunque la mayoría de los participantes en la asamblea y de quienes estaban en su entorno apoyando el movimiento seguían siendo jóvenes, a mediodía destacaba la presencia de más personas mayores y hasta de algunas familias con niños pequeños. Mientras, en la improvisada carpa se repartía caldo caliente a los asistentes y todavía se podían leer los carteles con lemas pidiendo la dimisión del alcalde: La calle vs Lacalle.
En la asamblea se sucedieron las intervenciones durante más de una hora, en su mayoría con propuestas para actuar a partir de ahora. Entre ellas, varias hacían referencia a problemas sociales, como el paro, la falta de vivienda o los desahucios, pero también otras planteando que se pida la salida definitiva de los efectivos antidisturbios que siguen, aunque con una presencia muy discreta, en el barrio.
Tampoco faltaron las propuestas culturales y las llamadas al Ayuntamiento para que se sume a la petición vecinal para que queden en libertad sin cargos los detenidos de los últimos días.
Más de 3.000 personas, según la Asamblea Vecinal, secundaron ayer una nueva manifestación en el barrio de Gamonal para pedir la absolución de los detenidos durante los disturbios acaecidos en el populoso barrio burgalés en los últimos días, así como para los del resto de ciudades que han apoyado las reivindicaciones de los vecinos burgaleses, y condenar el "abuso policial" durante el conflicto.
Trece detenidos durante estas manifestaciones de apoyo en Barcelona, Valencia, Alicante y Zaragoza quedaron ayer en libertad, mientras que otros seis arrestados en Madrid y Barcelona está prevista que declaren hoy ante el juez.
En las protestas en las cinco ciudades resultaron heridos quince policías, algunos de los cuales tuvieron que ser atendidos en centros hospitalarios por contusiones causadas por el lanzamiento de objetos.
Los últimos arrestados que han quedado en libertad con cargos han sido los detenidos en Zaragoza. Los detenidos -tres hombres de entre 18 y 20 años, y una mujer de 35- están acusados de un delito de desórdenes públicos y otro de daños, informó la abogada de uno de los arrestados.
cañones de sonido Por su parte, la Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra utilizó el viernes por primera vez un cañón de sonido, dispositivo acústico de largo alcance (LRAD), para dispersar a los manifestantes que causaban altercados en el centro de Barcelona al final de la manifestación en solidaridad con las protestas de Burgos. El cañón de sonido utilizado en la estrecha calle Carretes, sirvió para dispersar a un grupo de manifestantes.