Sangüesa Dudas y diversas opiniones en la calle
La noticia de la propuesta de Interior al Ayuntamiento de Sangüesa para que su Policía Local se incorpore a la Foral ha cogido por sorpresa a la ciudad que expresa diversidad de opiniones mientras el borrador sigue sobre la mesa
En pleno verano, la noticia ha llegado a Sangüesa, vía medios de comunicación, y la ciudad está en el candelero con un debate abierto a raíz de hacerse pública la propuesta al Ayuntamiento de la dirección general de Interior para que transfiera su Policía Municipal a la Foral
Mientras el borrador permanece sobre la mesa a la espera de que el Ayuntamiento se reuna y lo estudie, los comentarios van y vienen por la calles entre sus habitantes, quienes sondeados manifiestan diversidad de opiniones , si bien coinciden en que quieren sentirse seguros y contar, con una policía cercana.
Al margen de las cuestiones laborales y económicas que la posible firma del convenio supondría para los cinco agentes que componen el cuerpo, más dos auxiliares, que el convenio no contempla, el sentir general apunta a la “costumbre de que en Sangüesa siempre hay alguien que patrulla las calles, junto al hecho de que están ahí” en la oficina de la calle Mayor.
Para otros, la cuestión no está en si los policías patrullan las calles de rojo o de azul; si no en la propia presencia policial. No están de acuerdo con que haya policías. “Esto parece Bosnia, total ¿para qué? Bastaría en todo caso, con algo más interno”, manifiesta un vecino que prefiere permanecer en el anonimato.
Desde que los antiguos alguaciles de porra fueron sustituidos por los municipales, con pistola, que ya generó un debate en su día, con el consiguiente malestar y también diversidad de opiniones, Sangüesa cuenta con tres comisarías: Municipal, Foral y Guardia Civil. “Aquí si te roban la cartera, puedes ir a cualquiera de las tres. A falta de policía no estamos. Sangüesa con cinco mil habitantes (5.177, INE 2012), no requiere de tanta policía ni de tanta arma”, expresa indignado.
Jesús Carreras Linde, de 42 años y trabajador de Biomasa, por el contrario, afirma que para él su presencia es importante. Se ha enterado del tema por la prensa, y añade que le da igual cuál sea el color con el que patrullen. “No lo veo mal, que pasen a la Foral, siempre que a ellos les convenga y se mantenga el servicio que prestan en la ciudad. Siempre han estado ahí, y los municipales, más cerca”, declara.
Carmen Beorlegui Usoz, dependienta, de 53 años, se muestra partidaria de las competencias unificadas. “Creo que las policías deberían unificarse. Basta con estar cubiertos y que se mantenga el servicio. Hace hincapié en que el trato sea cercano y que se de el servicio al ciudadano, e insiste en la cuestión de la cercanía y en que inspiren confianza.
no será igual Por su parte, Marta Tiebas Lacasa, ( 39 años, empleada), presiente que, de producirse la transferencia, nada será igual, porque perderán el sentimiento de cercanía. “Yo creo que no será lo mismo. Ahora los cinco están a disposición del pueblo, y me parece que saldríamos perdiendo”. Añade que el Ayuntamiento va a seguir pagando igual. “Ellos tienen que decidir, por lo que tendrían que asegurarse de que se mantenga el servicio y la cercanía”. También su madre, Matilde Lacasa Puyada, insiste en la figura próxima de agente municipal. “El policía foral está para toda la comarca, mientras que el municipal, lo llamas y viene en cinco minutos”, expresa haciendo mención de casos concretos en los que les consta la eficacia de la Policía Municipal.
En las puertas de esta comisaría, el jubilado José Javier Abadía, expresa que la propuesta, de la que se enteró en el DIARIO DE NOTICIAS, le ha causado cierto impacto. “No habíamos oído nada y pienso que tienen que hacer lo que sea mejor para ellos”. Comparte la opinión de que no hace falta tanto agente en Sangüesa. “Me parece que en un pueblo como éste no tiene ningún sentido. Un policía es un policía, y lo importante es que están aquí, aunque cambien de cuerpo”. Abadía, que ha regentado durante muchos años un establecimiento público, asegura haberse sentido tranquilo con la presencia cercana de los agentes municipales. Aún así, llegado el caso, estima que Sangüesa no perdería con la transferencia, y no establece la diferencia entre los agentes municipales y los forales, pero sí la marca claramente con la Guardia Civil, reconoce que tal vez por reminiscencias de tiempos pasados. “Siempre ha habido un escalafón, y en la escalera, el municipal ha sido el más cercano a los problemas del pueblo. Siempre que se mantenga esto, creo que no perderíamos nada si pasaran a forales, pero tengo muy claro que a la Guardia Civil, no”.
Es viernes de mercado en Sangüesa. Los municipales vigilan la zona, controlan el tráfico, informan al turismo que pasea por la ciudad. Otra voz anónima duda de que sean necesarios., e incluso de su abuso de poder en ocasiones, y lanza una pregunta al aire: “¿Por qué Interior experimenta con Sangüesa la integración de todas las policías municipales navarras en la Foral? Esta es una ciudad tranquila. No necesitamos policía ni experimentos”. El cambio suscita dudas. Esta semana toca debatir en el Ayuntamiento.
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