elegancia y sencillez toman forma en el nuevo complejo turístico que se ha instalado en el robledal de Amati. El proyecto Basoa Suites consta de cuatro cabañas en estos árboles de Ultzama, que invita a disfrutar de una experiencia diferente en plena naturaleza. A la inauguración celebrada ayer en el mismo complejo acudieron el responsable de Beigorri Aventura S.L., empresa promotora del proyecto, Iñaki Iroz; la presidenta Yolanda Barcina; el consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales, Juan Luis Sánchez de Muniáin, y el alcalde de Ultzama, Patxi Tornaría. “Es un producto que va a fascinar”, aseguró Iñaki Iroz sobre el primer hotel de estas características en Navarra.

El proyecto abrió sus puertas el pasado mes de agosto y cuenta con cuatro cabañas habilitadas y un edificio de servicios, denominado Casa Amati, equipado con baños, duchas y sala de estar, donde también se sirven las cenas. Por otro lado, las casas en los árboles cuentan con una cama de matrimonio, calefacción, terraza, un baño seco y amplios ventanales que conectan a los huéspedes con la naturaleza. “No ofrecemos muchas actividades, pero sí una experiencia única como es la de dormir mecidos por el viento”, indicó el director del tree hotel, Iroz.

Estas cuatro suites, de tamaño reducido y situadas a cinco metros de altura, se encuentran conectadas entre sí por una pasarela de madera que, a su vez, conduce a la Casa Amati. “Cada habitación tiene una historia, pero todas coinciden en que quien se aloja en ellas es siempre consciente de dónde está: en pleno bosque”, observó Iroz. Además, cada una de las cabañas fue diseñada por un carpintero diferente, por lo que reciben nombres distintos: Belea, Beigorri, Okolin y Bedats. “Todas son pequeñas, como si fueran un nido, pero están perfectamente habilitadas”, señaló el promotor navarro. Los precios de las habitaciones rondan entre los 90 y los 130 euros, según sea temporada alta o baja.

Para la construcción de las mismas, se seleccionaron materiales y técnicas que respetan el medio ambiente, debido a que la zona es un paisaje protegido. Están construidas con madera de abeto, avellano y pino, entre otros. Además, las paredes cuentan con tres capas, resistentes tanto al frío como al calor, por lo que la temperatura dentro de la habitación no será un problema. Además, los tejados ya pasaron durante el pasado invierno la prueba final. Resistieron a las lluvias y a los fuertes vientos, aunque su revisión y mantenimientos serán continuos. “Habéis sabido innovar respetando la tradición y el medio ambiente, juntando varios ingredientes que harán de este proyecto un éxito”, opinó la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina.

Así, se inauguró ayer el complejo Basoa Suites, el primero de este tipo en Navarra, aunque el hotel Jakue de Puente La Reina cuenta con una cabaña también entre los árboles.

desayuno con altura La comida más importante del día se sirve de manera individual y de un modo diferente. El slow turing -turismo tranquilo- es la idea principal del proyecto, por lo que en Basoa Suites no hace falta salir de la habitación para disfrutar del primer bocado en lo más alto. El servicio del hotel -que contará con cuatro personas como máximo- deja una cesta de mimbre al lado de la cabaña, enganchada a una polea a través de la que el huésped puede subir hasta la suite su desayuno.

Otra de las curiosidades de estas casas en los árboles es la falta de agua en los baños, que se sustituye por serrín.

una idea pensada durante años La idea del proyecto surgió hace unos cinco años, aunque fue hace dos cuando los promotores se pusieron en contacto con el Concejo de Lizaso para, un año después, comenzar a construir el complejo.

Iñaki Iroz pensó así en los tree hotel, comunes por el norte de Europa pero desconocidos, hasta hacía unos años, en España. En Navarra, Basoa Suites es el primer hotel de estas características, que comienza de manera cauta, con tan solo cuatro cabañas, pero cuyo propósito es, en un futuro, aumentar hasta las 12 cabañas, con lo que podría albergar cerca de 24 huéspedes frente al máximo de 8 que admite ahora. “Siempre pensamos que para desconectar tenemos que irnos lejos, pero ahora podemos hacerlo en casa, en Navarra”, concluyó Barcina.