Las críticas a Vera son carne de querella
LA CONSEJERA USÓ LOS SERVICIOS JURÍDICOS DEL GOBIER | nO para querellarse EN BALDE por calumnias contra una auxiliar de enfermería que criticó la privatización de las cocinas.
Hay gente que tiene un humor de perros, la cintura encasquillada o que se toma muy mal que se le critique por aquello que haya hecho o dejado de hacer. Hete aquí el caso de la consejera de Salud, Marta Vera Janín, que respondió de malas maneras a una carta publicada en este periódico y redactada por una auxiliar de Enfermería del hospital en la que criticaba la privatización de las cocinas hospitalarias. En la misiva, publicada el 21 de julio de 2014 en DIARIO DE NOTICIAS, la trabajadora consideraba que lo que ocurre con el servicio de comidas “está adquiriendo tintes dantescos” y señalaba que llega un momento en el que se pregunta si “no estamos lindando ya la prevaricación e incluso el cohecho. Algo obtiene Me-diterránea de Catering y algo la consejería de Salud, o vete a saber quién”.
La empleada, Sagrario Berrozpe, militante de I-E, Batzarre y Solidari, se encontró con que se le exigió primero una carta de retractación pública y, al no aceptar dichas condiciones, se interpuso en su contra una querella criminal por calumnias con publicidad porque la consejera entendía que se le acusaba a su persona de haber podido cometer presuntos delitos de prevaricación y cohecho. Para ello usó los servicios jurídicos del Gobierno, pagados por todos, por algo que desde Izquierda-Ezkerra denuncian por “desproporcionado y sin sentido”. La juez de Aoiz ha archivado el asunto en instrucción, dejando sin ningún fundamento la querella, La juez concluye que no hay “ningún indicio” de calumnia. “No se da la imputación de tales hechos concretos y ni siquiera se imputan los generales, ni los tipos referidos a persona concreta, sino a toda una consejera, la de Salud”. Falta, por tanto, el elemento objetivo pero también el subjetivo, que exige un dolo directo, es decir, aplicado a la calumnia, “un temerario desprecio a la verdad”. “Este elemento puede quedar excluido por la concurrencia de otro, como pueda ser el ánimo de informar o de criticar”. Y en este supuesto, la juez apela a la libertad de información y dice que “no siendo además el honor de una persona en concreto el que se cuestione, no puede afirmarse que concurra al menos en sede penal ataque al honor que sea merecedor de un reproche de dicha naturaleza”.
“La temeridad la hemos sufragado entre todos”. La abogada Begoña Alfaro, que defendió a la trabajadora, opinó que la interposición de la querella “obedece a un ánimo de satisfacción personal” y criticó que “esta temeridad la hemos sufragado todos los navarros”. Además, lamentó las “repercusiones penales muy graves que podría haber tenido la trabajadora por una acción infundada”.
De Simón: “Injustificada”. Para presentar la querella, Vera se sirvió de los servicios jurídicos del Gobierno de Navarra, por lo que la parlamentaria de I-E, Marisa de Simón, consideró la actuación “injustificada y sin sentido a costa del erario público”.
“SI CALLÁRAMOS, SERÍAMOS cómpliceS”
“Es un descalabro”. Sagrario Berrozpe, la auxiliar de enfermería, señaló que le “sorprendió” la misma, dado que en sus 33 años de trabajo “no es la primera vez” que hacía una crítica pública, “pero nunca habían llegado tan lejos”. Además, consideró “llamativo” que se presentara la querella contra ella cuando el servicio de comidas “ha sido criticado por todo el mundo”. “Todo lo que pongo en la carta se puede constatar todos los días”, pero así “intentan doblegarnos a los más rebeldes”. “Éticamente tenemos la obligación de hacer una crítica contra el descalabro del servicio de comidas. No se puede cometer estas tropelías, que a día de hoy solo van a peor”, sostuvo.
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