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Molinero de UGT, natural de Vidángoz

vicente mainz landa, hermano de marina, histórica militante de amo, fue detenido en el 36, preso en el fuerte y asesinado, tras la fuga, en 1938 en elía

Molinero de UGT, natural de Vidángoz

vicente Mainz Landa, nacido en abril 1907, era electricista-molinero en la Sociedad Molino-harinera de Vidángoz, relata Fermín Ezkieta, que ha indagado sobre la vida de este hombre cuya identidad se hizo pública ayer y que era hermano de Marina Mainz, una mujer luchadora que militó y apoyó la formación AMO-Batzarre de Ansoáin en los años ochenta y noventa, y de Enrique, muerto en Bilbao cuando luchaba en el bando republicano. Vicente, de carácter emprendedor, añade el texto que ayer leyó su sobrina Camino Bueno, había estudiado electricidad por correspondencia. Afiliado a UGT, (una representación de correligionarios, ente ellos el secretario general Javier Lecumberri se sumó ayer al acto de Egüés) vivió un conflicto laboral con la Sociedad Molinera en 1933. En octubre de 1934 tuvo que escapar a Francia y regresó con el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. Fue detenido en los primeros días del golpe de julio, acusado de tener una pistola y propagandista sindical, estar relacionado con la Casa del Pueblo de Madrid y otros elementos de Rusia y Francia. Condenado a 30 años por rebelión militar en la causa 95-936, fue conducido al fuerte de San Cristóbal el 8 de agosto, de donde escapó el 22 de mayo de 1938, en la gran fuga, que le costó la vida a sus 31 años.

En esa evasión, un rastro de fugados se dirige a Elía (valle de Egüés). Dirigidos por la Guardia Civil de Villava, los vecinos hacen guardia con sus escopetas y capturan a tres fugitivos. Un cuarto, es capturado por uno de los vecinos del caserío de Amocain y bajado al pueblo, donde mal vestido y hambriento le dieron de comer dos huevos con tocino. Al atardecer los llevan a Artadizoko. Aprovechando la oscuridad, uno de los presos escapa. Los niños del pueblo, Francisco O. de 11 años, rezan el rosario cuando llaman al cura, rechazando uno de los capturados la confesión. Recuerda el ruido de los disparos. Dos sepulturas para los tres fugados. Uno de ellos, ahora el ADN lo ha corroborado, era Vicente Mainz, que todo apunta se dirigía camino de su pueblo, Vidángoz. La dirección de su ruta de huida, seguida por otros fugados, se dirige hacia lo conocido, el valle de Roncal del que era originario, así como Felipe Zelai cuando escapó en 1944 con Jacinto Ochoa tomó similar dirección hacia su pueblo, Abaurrea, para encontrar apoyo y cruzar la muga.

sin noticias tras la fuga La familia de Vicente nunca fue notificada de su muerte y circunstancias. Crisanto Mainz Glaría declaró en junio de 1939, dentro del Expediente de Responsabilidades Políticas que se seguía desde 1937 contra su hijo Vicente “que hasta la fuga escribía con bastante frecuencia, pero a partir de dicha evasión carece de noticias por lo que ignora su paradero”. Saben de su presencia en el fuerte por un vecino de Garde que llevaba suministros al penal y que dijo que después de la fuga ya no estaba. Posteriormente, un sacerdote natural de Vidangoz, Justo J., que estuvo de párroco en Ibiricu, les hizo llegar que Vicente estaba enterrado en Elía, según le habían contado en su parroquia, si bien pensó que se refería a la numerosa fosa existente junto al pueblo, pero en término de Etxalaz. Otro testimonio lo corrobora. En 1985, una vecina de Elía, Eulalia Ornaz, informa a Marina que su hermano Vicente está enterrado en ese mismo pueblo, que ella visita con motivo de la boda de su hijo Ricardo con la lugareña de Elía Lourdes Zuazu. Una coincidencia que ha posibilitado su localización. - L.C.