pamplona - “Todos los de mi promoción de Arquitectura Técnica hemos tenido que buscarnos la vida”. Quien habla es Javier Morentin Encina (Pamplona, 1984), que hoy recibirá el premio de la UNED-Pamplona por haber sido el mejor expediente académico al terminar el curso 2014-2015. Su nota media en el grado de Educación Social es un 8,6. Morentin, titulado en Arquitectura Técnica por la Universidad de Navarra, trabajó durante siete años como jefe de obra, acumuló estrés y, durante una baja, decidió cambiar. Estudiar Educación Social fue para él una forma de formarse y de “conocerme a mí mismo”.

¿Qué supone para usted una buena nota?

-Es un reconocimiento. Te hace feliz por ver que tu madre, tus amigos, se sienten orgullosos. Ver que eso repercute en los demás es el mayor premio.

¿Cuántas veces sus amigos bromean con que es un empollón?

-(Ríe). Muchísimas. Y les digo que lo soy, es verdad. Me tomé el estudio como un trabajo, y tener buenas notas era una forma de obtener becas y poder pagarme la universidad [este premio está dotado con 1.200 euros].

Quienes ganan premios así aseguran a menudo que la clave es la organización. ¿Cuáles son sus consejos?

-Si te organizas, tienes tiempo para todo. A hacer deporte, a estudiar, a tener una vida social... Obviamente, esta se reduce, aunque a mí me cuesta decir que no. Despejarse, además, es muy positivo. ¿Y consejos? Si se va a estudiar en la UNED, hay que tener clara la guía y cómo será el examen: si este será tipo test o de desarrollo, porque se estudia de forma diferente.

Quien estudia en la UNED, ¿cree que lo hace para diversificarse, porque le gusta estudiar...?

-En mi caso fue para buscarme otra salida profesional. Yo estudié Arquitectura Técnica...

...¿y cómo le afectó la crisis?

-Estuve trabajando siete años y los últimos ya me quemaba ir a trabajar. Era jefe de obra [en empresas de la construcción] y sufría estrés, acabé con una rotura de rodilla, y durante el tiempo de baja pensé en qué hacer. Justo cuando el trabajo empezaba a bajar. Quería hacer algo relacionado con la educación, que era algo que siempre me había gustado, pero con 18 años no tenía la suficiente madurez como para saber qué quería hacer toda la vida. Ese cúmulo de circunstancias me llevó a la UNED.

¿Y, ahora, cuál es su plan?

-Estudio un máster [de Innovación e Investigación en Educación] porque, tras pasar una beca en Argentina en el último semestre de la carrera, me costó encontrar algo. He trabajado de camarero, educador y en lo que he podido, y ahora estoy en desempleo. Tengo cuatro meses, que es lo que necesito para terminar el máster y presentar el trabajo final sobre inteligencia emocional. Después, me gustaría optar a una beca de investigación y estudiar un doctorado.