Pamplona - El Colegio Público de Azpilagaña acogió ayer la primera fiesta dedicada al programa PAI, que buscó de modo lúdico reivindicar su deseo de convertirse en modelo. En el patio del centro se reunieron centenares de niños y padres que contaron además con un aliado indiscutible, el sol, que animó a muchos a salir a la calle y disfrutar de las actividades.
Uno de los miembro de la junta de la federación Britila, Javier Pinet, declaró que no ser un modelo tiene repercusiones a la hora de elegir de los padres, ya que les afecta en aspectos como la disposición de transporte escolar. Pinet aludió también a la aceptación cosechada en los centros que cuentan con este programa, sobre todo los primeros en los que se instauró como es el caso del colegio anfitrión. “Cuando ha habido medios, antes de la crisis, ha funcionado muy bien. Lo que queremos es que este panorama que había antes se pueda mantener”, comentó el vocal de la federación reconociendo a su vez que la implantación en muchos centros conlleva problemas por la falta de recursos.
La organización mostró su deseo de que esta cita se consolide y se pueda organizar cada año en un centro diferente al igual que sucede con el Oinez o Sortzen. Así mismo señalaron que, aunque el objetivo de la jornada no es recaudatorio, el dinero que se consiga se destinará a potenciar la actividad cotidiana de la federación.
La programación de la jornada estuvo íntegramente dedicada a los más pequeños con hinchables, juegos y talleres, entre otros. Dentro de la temática de la fiesta se realizaron también actividades en inglés y se colocaron distintos stands de empresas relacionadas con la educación en inglés.
Además de las familias del barrio también acudieron de otros centros, como es el caso de Eva Hernández, madre de un niño de Cardenal Ilundáin. Esta aseguró que fueron a pasar un día lúdico con sus hijos y a mostrar que hay padres que apoyan el programa del PAI.