“Nunca he pensado dejar los grafitis, es más bonito con su aspecto original”
A pesar de los contratiempos, el peraltés Jesús Zabal no ceja en su empeño de que el vagón de metro de 1968 que compró en 2013 se convierta en un alojamiento turístico
PAMPLONA - ¿Qué hace un vagón del Metro de Madrid de 1968 en una finca de Peralta?
-Lo compré por casualidad. Tenía una granja de vacas que cerré y surgió la oportunidad de comprar el vagón. Era propiedad de una asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid, uno de cuyos miembros paralizó el proceso y lo salvó de que acabara siendo chatarra. Esta asociación se dedica a restaurar locomotoras de vapor y el vagón de metro no encajaba en su proyecto, así que me lo vendieron hace cinco años. Lo transportamos desde Madrid a Peralta y lo instalamos en unos terrenos de nuestra propiedad.
¿Qué planes tenía para el vagón?
-En Alsasua había un vagón de tren que era usado como una cafetería. Era algo que me apetecía hacer. Así que mi idea es crear una zona de recreo y deportiva, y convertir el vagón en un alojamiento turístico, una especie de albergue, con camas para dormir. Fuera del vagón ya tenemos una cocina y servicios, y ahora estamos haciendo trabajos de jardinería en el entorno. Pero el vagón es el centro de todo el proyecto.
Y mientras tanto, no paran de pintar y atacar su vagón. ¿Cuándo comenzaron los grafitis?
-En cuanto lo trajimos a Peralta empezaron los grafitis. La noticia se difundió por internet y los grafiteros comenzaron a venir, saltaban la valla y lo pintaban. En algunas ocasiones les hemos pillado, porque encontramos el coche en el que se habían desplazado, en otras se dejaron el ticket de los botes de pintura...
¿Lo han restaurado cada vez que le han hecho grafitis?
-Una vez lo reparamos, pero en cuanto se enteraron de que estaba bien, volvieron a pintarlo. Nunca he pensado dejarlo con los grafitis, porque es más bonito con su aspecto original y tiene más valor. Actualmente solamente hay dos vagones iguales, del mismo modelo y año de fabricación, en toda España. Forma parte del patrimonio histórico.
¿Cómo afectan los ataques de grafiteros al proyecto hostelero que tiene en marcha?
-Me están perjudicando mucho, tanto económicamente, como mentalmente, porque es algo que genera mucho desgaste. El vagón es precioso y le hacen unas pintadas horribles, que le hacen perder su atractivo. Pero estoy decidido a llevarlo a cabo, cueste lo que cueste. - J.M.S.
Más en Sociedad
-
¿Qué tiempo hará el fin de semana en Navarra? De la nubosidad al cielo despejado
-
La ciencia navarra fabrica el 'futuro que nos espera'
-
Es hora de sacar tiempo para disfrutar de un atardecer en Navarra con los amigos
-
Nueva concentración de los sindicatos 0-3 años para exigir su presencia en la comisión de trabajo entre Educación y FNMC