pamplona - “El primer año (en la universidad) siempre es difícil, pero lo es para todos”. El estudiante de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) Iñaki Ruiz Manzanos explica que, pese a que el alumnado a menudo se siente perdido, otros compañeros y compañeras también se ven en un nuevo entorno, con otra forma de dar clase y con el agobio de saber si han acertado en sus estudios. De hecho, si podrán sacarlos adelante es, según explica Ruiz, la duda más habitual.
Él lo explica como mentor de estudiantes de 1º y coordinador en la residencia Los Abedules, situada en la calle Sadar de Pamplona, junto al campus de Arrosadia. Allí, este alumno de Vitoria, de 20 años y que realiza el segundo año del programa internacional de Ingeniería en Telecomunicaciones, comparte instalaciones con otros estudiantes que, como él, estudian en la capital navarra pero no son de la Comunidad Foral.
Una de ellas es Ángela Maestu Ceballos, de casi 19 años y natural de Logroño, que está en 2º del programa internacional de ADE. También en su caso ejerce como mentora. En su día, apostó por esta carrera y por formarse con más asignaturas en inglés, de cara también a poder estudiar parte del grado en el extranjero. Fue aceptada en diversas universidades, pero se decidió por Pamplona a pesar de que no conocía mucho la ciudad. Y de ella valora, sobre todo, su calidad de vida, que no tiene el ajetreo de ciudades más grandes y que, sin embargo, tiene un peso importante de la comunidad universitaria.
Conocer el Casco Viejo y el Juevintxo es una de las citas ineludibles para estos jóvenes. Y su consejo más básico para alumnado de 1º es “perder la vergüenza” al hablar con otros estudiantes o al participar en las actividades ofertadas. Así lo apunta, por ejemplo, Xiber Azkuenaga Ojanguren, de 20 años y natural de Amorebieta, que estudia diseño gráfico y montaje audiovisual en Creanavarra. Su objetivo es poder en el futuro dedicarse al diseño de carteles publicitarios, y seguir preparando cortos como Planta 3, que ya pueden verse en el portal YouTube. Este año será su último en Pamplona, porque el próximo terminará sus estudios en Londres. No obstante, no descarta poder vivir en el futuro en la capital Navarra: “Me gusta mucho esta ciudad”. - G.M.