Madrid - Los padres de Aitor García Ruiz, fallecido en enero de 2018 a los 23 años, tras sufrir un tromboembolismo pulmonar, acusan al Summa 112 de “negligencia” y retraso en la asistencia al no haber valorado la gravedad del joven y activar tarde una ambulancia que tardó 23 minutos en llegar.
El contenido de las llamadas fue divulgado ayer por los padres y la asociación El Defensor del Paciente, cuyo abogado, Carlos Sardinero, está barajando “ir a la vía penal” contra el Servicio Madrileño de Salud, además de la reclamación patrimonial de 175.000 euros por la vía administrativa.
En la primera llamada de la madre al 112 diciendo que su hijo “se ahogaba”, el 14 de enero a las 11.56 horas, le pasaron con un médico que pidió hablar con el hijo y pese a que este contestó “No puedo, me ahogo”, este médico dijo a la madre: “Pues respira perfectamente, eh?”, según el audio.
“Él dice lo que quiere pero respira perfectamente porque habla perfectamente, vale?”, añadió el médico tras lo cual “colgó” sin que los padres supieran si había activado una ambulancia.
Tres llamadas En la siguiente llamada, a las 12.04 horas, cuando Aitor ya no respiraba, un médico empezó a darles instrucciones para que iniciaran ellos las maniobras de reanimación mientras enviaban una ambulancia.
A las 12.06, el Summa contactó con Protección Civil y con la Guardia Civil, que fue la primera en llegar, tras lo cual acudió una ambulancia que no era mecanizada y a continuación una UVI móvil, pero para entonces el joven llevaba unos veinte minutos sin respirar. - Efe