pamplona - Alrededor de 25-30 usuarias de los puntos de encuentro familiar de Navarra decidieron juntarse hace tres años y crear una plataforma “por absoluta necesidad, al detectar deficiencias en el sistema y ante los informes desmedidos que nos eran entregados dentro de los puntos de encuentro, que evalúan a los progenitores durante las visitas a los menores”, según explicó ayer Ivanna Caviglia Cardone, una de las impulsoras de la plataforma, que este 2019 se ha registrado oficialmente como la Asociación de Madres y Padres Afectadas por los Puntos de Encuentro FAmiliar.

Un total de 302 familias acudieron en 2018 a estos puntos de encuentro, espacios donde las familias inmersas en un proceso de separación o divorcio, después de éste, pueden realizar visitas o encuentros con sus hijos e hijas acompañados por profesionales. Del mismo modo, es un recurso con el que los menores que están en acogimiento familiar tienen la posibilidad de encontrarse con su padre, madre biológicos o familiares más próximos. En Navarra hay tres; Rochapea, Mendebaldea y Tudela.

informes Semestralmente, los profesionales que trabajan en los puntos elaboran unos informes, en los cuales, señaló Caviglia, “no se visibiliza todo lo que se vive dentro en lo que a los menores se refiere”, por eso pidió “espacios seguros en los que haya cámaras y así poder recurrir ante la falta de veracidad, ya que estos documentos tienen una gran importancia en los procesos judiciales y los toman con el valor de una prueba pericial”.

Además, reclaman saber quiénes elaboran los informes, puesto que “vienen sin firma”, y que estas personas tengan “formación en igualdad y en violencia de género”. Una de sus preocupaciones es que les acusan de alineación parental, “un síndrome sin ningún tipo de veracidad en el cual se dice que una madre tiene incidencia en la voluntad de un menor y le alinea en contra del progenitor no custodio, en este caso el padre”, indicó Caviglia, que añadió que “los menores no son alienables porque tienen voluntad propia y deberían ser escuchados, pero no se hace”.

servicio público La encargada de la gestión de los puntos de encuentro es la Fundación Xilema, un servicio externalizado y con pocos profesionales, denunciaron estas madres, que contrata el Gobierno foral, pero que, según Virginia Mateo Solana, vocal de la asociación, “debería ser un servicio exclusivamente público y supervisado por el Gobierno porque así no funciona”. Mateo reclamó “que la justicia cambie y tenga sensibilidad con las víctimas de violencia de género. Es la que nos dice que nos alejemos del maltratador y la misma que nos revincula con él en los puntos de encuentro. Un maltratador no debería tener derecho a visitas con sus hijos porque no es un buen padre. Se les pone en peligro a los menores y a nosotras”, denunció.