La pandemia rompió uno de los relatos que se instalaron desde que irrumpiera la pasada primavera: el consumo global de alcohol, aunque también el del tabaco y el de cannabis, han descendido en estos meses en contra de lo ocurrido con los hipnosedantes sin receta, que se duplican.

Así lo constató la Encuesta OEDA-COVID-2020 realizada por el Ministerio de Sanidad y el Plan Nacional Sobre Drogas en los meses de noviembre y diciembre pasados a través entrevistas telefónicas.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, señaló que “es posible cambiar hábitos y tendencias adictivas”, por lo que su departamento va a explorar “todas las vías” para mantener ese camino tras la pandemia.

Las bebidas alcohólicas se erigieron como la primera sustancia con capacidad adictiva en esta crisis sanitaria pero disminuyó su consumo. “El relato que presentaban los medios es que la gente acaparaba bebidas alcohólicas en el supermercado, pero teníamos cerrado todo el canal de restauración y hostelería, por lo tanto, el consumo global bajó”, destacó Villalbí.

Así, los datos mostraron una disminución del consumo de bebidas alcohólicas en ambos sexos y en todos los grupos de edad: si antes de la pandemia la prevalencia era del 62%, tras ella descendió el 57,3%, ocho puntos porcentuales menos, si bien en el caso de los jóvenes de 15-24 años el porcentaje se dispara al 25%.

Hay gente que bebe ocasionalmente y otra de forma diaria, y aquí también se ven cambios: el consumo diario se mantiene estable y se concentra en personas de edad más avanzada, con una prevalencia en los últimos 30 días durante la pandemia del 9,4%.

“Lo que vemos -ha señalado Villalbí- es que la mayoría de la gente no fumaba antes de la pandemia y sigue sin fumar, pero hay una pequeña proporción que lo ha dejado y otra mucho más pequeña que se ha puesto a fumar”.

Alrededor del 70% de los encuestados no fumaba antes y sigue sin hacerlo, el 2,6% lo ha dejado y alrededor del 1,2% ha empezado a hacerlo en este periodo. Los que incrementaron el consumo de tabaco rozan el 5,7%, y los que redujeron o abandonaron el hábito se elevan al 8,1%.

La pandemia complicó el acceso a sustancias ilegales como el cannabis, que sigue siendo la más consumida de este grupo de drogas ilícitas junto a la cocaína.

En estos meses, un 3,5% de la población ha dejado de consumir cannabis o ha reducido, y un 1% ha empezado.

Igualmente, la encuesta revela un descenso del uso de cocaína, cuya prevalencia ha pasado del 1,4% al 1%; ese mismo porcentaje asegura haberla dejado o disminuido su consumo, frente al 0,3% que inició o aumentó.

La pandemia trajo un incremento de los fármacos para la ansiedad o para tratar problemas de insomnio del 1,9% al 3,1%, y preocupa porque fueron sin receta.

La subida se produjo en todos los grupos de edad y sexo, pero más en las mujeres: antes del coronavirus, la prevalencia en ellos era del 1,4% y del 2,3% en mujeres, que se dispararon al 2,1% y 4%. El 0,7% tomó tranquilizantes en los últimos 30 días.

Se aprecia un aumento significativo del tiempo dedicado a la red, que antes se usaba de media 2,5 horas y con el coronavirus se emplea una más, hasta 3,5.

Jugar con dinero de manera presencial, un hecho más frecuente en hombres y en menores de 25 años, ha bajado de manera clara por el cierre de las casas de apuestas o la interrupción de las competiciones deportivas.

Pero lo que preocupaba en el Ministerio, el juego on line, no ha mostrado cambios, aunque se incrementó en menores de 25 años: la prevalencia antes de marzo de 2020 fue del 4,5%, (7,6% en hombres y 1,4% en mujeres y del 4,3% después) pero en esa franja de edad pasó del 7,4% al 7,9%.

Iceta, primer ministro en vacunarse. El ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, recibió ayer la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, con lo que convierte en el primer miembro del Gobierno del que se tiene constancia de que se haya vacunado. Iceta (60 años) recibió el martes por SMS una cita del Servicio Catalán de Salud y ayer fue vacunado.

138

La incidencia sigue aumentando. Sanidad y las CCAA se afanan en frenar la cuarta ola porque, aunque muy lentamente, los indicadores aumentan y constatan la tendencia al alza en los contagios de coronavirus, que este viernes suman 7.586 nuevos positivos y sitúan en 138 casos la incidencia acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes.

75.010

Fallecimientos. Sanidad ha notificado 590 muertes más, una cifra que no se alcanzaba desde la segunda semana de febrero, y que elevan a 75.010 los fallecimientos desde el inicio de la pandemia. La presión en las UCI se mantiene con un 18,4 % de ocupación con 1.830 enfermos de covid ingresados en cuidados intensivos; también la hospitalaria: un 6 % de las camas están ocupadas por 7.679 enfermos de covid.