- Si bien los destinos turísticos favoritos no varían mucho con el paso de los años, la pandemia ha empujado a los navarros a apostar por los destinos nacionales, siendo este verano los más demandados la islas Canarias y Baleares, seguidas de ciudades de costa como Cádiz o Málaga. Con menos peticiones de presupuesto, las islas griegas, Sicilia o Cerdeña son otras de las elecciones más valoradas entre los navarros, y, como novedad, este año han irrumpido también con fuerza Méjico y República Dominicana que, por su parte, están inmersos en fuerte campañas de captación de turistas con precios muy competitivos. No obstante, la elección de destinos europeos e internacionales se ha visto muy venida a menos por las restricciones de cada país a la hora de dejar cruzar sus fronteras a viajeros extranjeros y también debido a los gastos extra derivados de las pruebas diagnósticas que pueden ascender a 180 euros (ida y vuelta) por persona.

En una época pre-covid, cuando la situación no variaba día a día, los navarros siempre han tendido a ser previsores, apunta Amaia Irigoyen, de Viajes Itsaslur, y apostaban por planificar sus escapadas con meses de antelación: si eran estancias largas internacionales, los trámites normalmente se iniciaban en febrero-marzo y, si el destino era nacional o europeo, después de Semana Santa. Sin embargo, este año será más “algo de última hora. La gente ya está preguntando por destinos y precios, pero cerrarán el viaje más tarde”, asegura Irigoyen.

En cuanto a los precios de este verano, desde las agencias de viajes explican que no está habiendo “grandes chollos” ya que, mientras antes de la caída del estado de alarma los precios habían caído acorde a una demanda muy escasa, los costes se han duplicado, incluso triplicado, llegando a su precio habitual una vez retiradas las medidas más restrictivas. “La oferta y la demanda, o la expectativa de ello, es lo que hace que los precios de alojamientos, vuelos o alquileres de coches fluctúen. La clave para aprovecharse de los precios más competitivos es adaptarse a las fechas en las que, o es temporada baja, o a las aerolíneas y alojamientos les conviene llenar”, afirma desde Viajes Itsaslur.